lunes, 5 de marzo de 2012
La gente y lo que les pasa
Comenzamos esta semana un repaso a los títulos más relevantes de la pasada edición de los premios oscar; premios que, como muchos de ustedes saben, no son precisamente la debilidad de este blog. Aun así, y como creemos que este año ha habido cosas interesantes, hemos decidido dar este somero vistazo por en cima de estatuillas y vanidades. Y qué mejor que empezar con la película ganadora del oscar a la de habla no inglesa, que además (debo decirlo) también es la mejor presentada a este concurso, que cada vez parece deberle más a filmografías ajenas. JODAEIYE NADER AZ SIMIN (NADER Y SIMIN, UNA SEPARACIÓN) es, por encima de cualquier otra consideración, una película altamente inteligente, un disfrute para los castigados sentidos de la gente a la que no le gusta que se lo den todo mascado y también un trabajo de montaje perfectamente sincronizado con la exigencia de unos actores en verdadero estado de gracia. En mi opinión, la historia es lo de menos, cambiemos el rocambolesco proceso de separación de Nader y Simin, que aparentemente es el detonante de su vertiginosa narración, porque luego su guion se expande en mil bifurcaciones y uno no sabe exactamente dónde ubicar el punto central de la misma. Esta dislocación deviene crítica de un sistema social y político del que desconocemos casi todo, y que Farhadi nos presenta envuelto en un asunto de cierta banalidad que va tomando un cariz cada vez más oscuro a medida que van entrando en escena más personajes. Se nos expone la miseria sin ser mostrada, la abyección de un sistema represivo en mitad de un tono tragicómico que a mí me recordó por momentos nada menos que a Berlanga, incluso en el exhaustivo trabajo coral, que nunca es confuso por la claridad con la que explica cada pequeño detalle. Posiblemente juegue a su favor el elemento sorpresa, Farhadi no juega en los mismos parámetros que Panahi o Kiarostami, y eso relaja al espectador que ya va predispuesto a "otra película iraní" y se encuentra con la fiereza de un Huston o la tensión de un Hawks... y, sí, hablando abiertamente de los problemas iraníes, y entreteniendo, y apostando por ser valientes y con sentido del humor y de la ironía, es decir, de la autocrítica. Es decir, no sólo una película inteligente, sino una película necesaria a día de hoy; un paso adelante muy significativo.
Saludos separados.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
3 comentarios:
A mí me dejó con la boca abierta. Hacía mucho tiempo que una película no me mantenía en vilo durante todo su metraje, y encima de dos horas de duración. Como bien dices, los actores un diez y la dirección excepcional, dando detalles cada cierto tiempo que nos van desvelando misterios y secretos que hay en la historia. Y todo sin nada de música. Sublime.
¡Un saludo!
El que tenga cojones que me diga quién actúa bien y quién mal en esta película. Quién es el bueno y quién es el malo. No revivía este regustillo de dilema moral desde las novelas de Graham Greene. Como dice MrMierdas, es tan buena que al final puedes entender el iraní como si nada.
Espero que Israel no mate a ningún o ninguna iraní que haya tenido algo que ver con esta película.
Los Académicos demostraron tenerlos bien puestos al darle el Oscar a una película "enemiga".
Es que precisamente se trata de una tremenda crítica hacia el sistema represivo iraní, pero con la sutileza que Berlanga desplegaba aquí, así que no se han dado cuenta...
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