martes, 27 de marzo de 2012
Lo barato no siempre sale caro, oiga
En realidad la cosa es sencillísima, en absoluto intencionada; lo que pasa es que estamos ya tan acostumbrados a que nos mastiquen y regurgiten todo lo que consumimos, que parece imposible que demos nuestro propio criterio por válido, interesante o simplemente descriptivo. A saber: dos hermanos con ganas de hacer una peli y nadie que les avale; presupuesto de ríase usted; cuatro actores con ganas de hacer una peli y pocas esperanzas de cobrar; un buen guion. Y ya está. Esto es BAGHEAD, que gracias al boca/oreja interactivo de Internet se ha colado en el universo fílmico proveniente de norteamérica prácticamente obviando cualquier tipo de crisis, llantina monetaria o lo que ustedes quieran. Y lo hace porque lo primero es que tiene un buen guion, y a partir de ahí todo es menos difícil; y si no, ahí va una pequeña sinopsis: Cuatro amigos (dos hombres, dos mujeres) de edades indefinidas aunque fácilmente adivinables (tres casi llegando a la cuarentena, una en mitad de la veintena) salen una noche, pero su patético vacío emocional les lleva a concebir un plan descabellado: se irán el fin de semana a la cabaña de uno de ellos a rodar una película de cero presupuesto. La película hablará de un misterioso y siniestro personaje al que llamarán Baghead, porque siempre irá ataviado con una bolsa de papel en la cabeza. Por supuesto, "la película" no llegará a rodarse, pero se abrirán multitud de latas de cerveza, discutirán sobre el rol que ha de tocarles a cada uno y sacarán tiempo incluso para flirtear (dos de ellos fueron pareja) o constatar el fracaso de sus intentos de flirteo. Y, de vez en cuando, una de las chicas jurará que ha visto al mismísimo Baghead rondar la cabaña... No me digan que no tiene su asunto para tratarse de una película hecha con cuatro duros. Lo interesante de BAGHEAD es su capacidad para retorcer la trama y esquinarla hacia donde más le convenga; igual es un producto típicamente Sundance, que luego camaleoniza ingeniosamente el diálogo a cuatro bandas de Woody Allen, para, de repente, ironizar acerca de los jóvenes intrépidos que han de vender su alma al diablo para que alguien les produzca una buena idea y, finalmente, incluso dejarnos con las patas colgando con su apariencia de peli de terror con psicópata escurridizo y todo. En suma, una película tremendamente entretenida, que tiene la virtud de no tomarse demasiado en serio y que confirmaba todo lo bueno adelantado en THE PUFFY CHAIR, que desmitificaba con igual sorna el mundo del rock, y adelantaba su último largo, JEFF WHO LIVES AT HOME tras la agradable sorpresa que supuso CYRUS, un film injustamente infravalorado en su momento y del que hablaremos un día aquí mismo. A los Duplass habrá que seguirles la pista, eso es seguro...
Saludos 100% reciclables.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
1 comentario:
Muy buen blog de cine en castellano!! los hay pocos! :)
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