viernes, 13 de marzo de 2009

Masoquismo o expiación

Sigamos reordenando el absurdo puzzle de los oscar'09, aunque sigo viendo a gente felicitarse por los resultados y hasta por la incomprensible ganadora, que ya le tocará, ya...
THE WRESTLER ni siquiera aparecía como nominada a mejor película, y Mickey Rourke asistía impávido a la recogida de la estatuilla de Sean Penn por volver a hacer de sí mismo; y si no se lo han dado por esta barbaridad, entonces no va a ganar en la vida.
Al lío. Hay mucho que desgranar en THE WRESTLER, por ejemplo su ingenuidad para retratar a un perdedor que no se siente como tal. O su poderoso empaque visual, con el que Darren Aronofsky se desembaraza del empacho digital que era ese olvidable bodrio, THE FOUNTAIN. Así, el film se debate continuamente entre lo sublime y lo sonrojante, pero es posible (seguro) que Aronofsky esté sólo al principio de su prometedora carrera. Lo mejor es ese personaje que llena la pantalla en todos los sentidos, abotargado por los esteroides, arrugado por el tiempo, pero también con un alma infantil y cándida, incapaz de dañar a propósito. He leído una reseña genial en Cahiers que compara a Randy "the ram" con Bukowski, al que encarnó el propio Rourke en BARFLY, pero me gustaría hacer hincapié en esas tomas que Aronofsky toma prestadas de van Sant en ELEPHANT, equiparando al luchador cansado con una especie de montaña humana que sólo vemos de espaldas, un borrón que desasosiega al espectador por su ambigüedad. THE WRESTLER juega a pulir RAGING BULL, lo que es imposible, o a intensificar el apabullante discurso fordiano de MILLION DOLLAR BABY, que es poco menos que descabellado; en vez de ello, esta notable cinta gana enteros cuando prescinde de contar una compleja historia de derrota y redención (no es la mejor virtud de Aronofsky) y se centra en el extraordinario trabajo del renacido Rourke, el ejemplo perfecto de que sólo se aprende de los errores. Ahí sí que podríamos hablar de una caracterización a la altura de Robert deNiro o Hillary Swank, por lo que, aparte de ser un magnífico entretenimiento, THE WRESTLER marcará (seguro) un punto y aparte en la forma de filmar un ring.
Otro pifiazo de la academia, por tanto.
Saludos inasequibles al desaliento.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!