jueves, 2 de octubre de 2008

... y luego, si queréis, hablamos de cine

Poco misterio a estas alturas para hablar de MATRIX, para qué engañarnos, es lo que suele suceder cuando montas un tinglado tan grande para contar una nimiedad tan pequeña. Parece mentira pero nueve añitos contemplan ya a la ¿película? de los señores, perdón ¿debería decir señor y señorita? Larry y Andy Wachowski; y es que a las otras dos las incluyo en el lote, más por desidia que por otra cosa.
Francamente: MATRIX no es más que un campo de pruebas para nuevas técnicas digitales ¿El argumento?: Sí, está claro ¿no? El ser humano se encuentra sometido por fuerzas superiores (en este caso máquinas, pero da igual, la verdad) blababla... Si lo que querían era dar una especie de aviso, no sé, estilo: ¡estáis ciegos! ¡os manipulan! ¡grrrrrrrr!... Tranquilo, hombre. Si era eso ¿entonces para qué coño las patadas voladoras a lo Jackie Chan? Y más importante ¿Por qué nadie se ríe? Y muchísimo más importante: ¿Por qué, aunque todos estén manipulados, al principio de la saga hay un ambiente más o menos de normalidad en esa tierra virtual y luego toda la gente parecen madelmans? No lo entiendo... Bueno, sí lo entiendo: como guionistas, los Wachowski son de la peor clase; no sólo pretenciosos, sino que obvian los detalles más básicos, y sólo si aceptamos MATRIX como un artefacto más crecano al videojuego de calidad que al CINE, sólo entonces nos qutaremos la venda (permítanme el juego de similitudes) y veremos con claridad que desde la Warner han vuelto a clavárnosla donde más duele, y encima nos gusta.
¿Entretenida? Sólo cuando parece que el malo (Hugo Weaving es lo mejor de las tres) va a ganar y nos librará del pesado de Neo..., no caerá esa breva, claro. Si acaso me quedo con el asalto final de la tercera entrega, porque se deja de pamplinas pseudo-filosóficas y pone toda la carne en el asador de los efectos especiales, aparte de mostrar el lado más sangriento de unos films que, si nos fijamos bien, tienen un 90% de inexplicable autocensura. Lo de la historia esa del mundo paralelo/virtual dominado por computadoras... es que me da igual, la verdad; si lo que querían era emular a Philip K. Dick, lo primero es tener talento y ser consecuente con lo que se hace ¿Se imaginan a Ridley Scott hace 25 años haciendo que Deckard imitara a Steven Seagal...? Lo que más me fastidia de MATRIX no es ese híbrido de artes marciales y ciencia ficción, sino que la gente se haya tragado que todo respondía a un summum trascendentalis bastante jocoso y pazguatín. Vamos, que si hubiesen leído antes un poco de Kant no les habría ido pero que ni mal ¿no?
Saludos matrices.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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