lunes, 6 de octubre de 2008

Amor y muerte

Normalmente, uno es esclavo de su tiempo casi para cualquier cosa. A menos que se tenga una edad avanzada, una memoria prodigiosa y una conciencia totalmente libre de prejuicios, insisto, lo lógico es quedar más infectado de aquellas obras más o menos contemporáneas del tiempo que a uno le ha tocado vivir. Y esto se hace extensivo, como no podría ser de otra manera, a las diversas corrientes artísticas; esos "modos" de hacer que a veces nos resultan tan ajenos y que inconscientemente vamos borrando de forma injusta y selectiva.
¿Qué ha sido del melodrama? ¿Qué es, o ha sido, el melodrama?
Una forma muy acertada de ilustrar esta pregunta es a través del análisis objetivo de algunas de esas grandes obras que para muchos son pequeñas; bien por un exceso de lacrimogeneidad o por un defecto de narrativa, digamos de autor. Para mí, ése no es el problema en cuanto que creo que ambos son ingredientes básicos a la hora de construir un buen melodrama. Y de ello, uno de los que más sabía fue el señor Douglas Sirk, uno de los mejores directores de todos los tiempos y un maestro en esto del melodrama. Cincuenta años contemplan A TIME TO LOVE AND A TIME TO DIE. Ya no se hacen películas así. Siempre me han interesado esas insólitas películas ambientadas en la segunda guerra mundial en las que se adoptaba el punto de vista del bando alemán, tan habitualmente denostado. En este caso, y guardando no pocas similitudes con el inolvidableGary Cooper de FAREWELL TO ARMS, John Gavin, actor fetiche de Sirk, fetiche del melodrama por excelencia, se enfrenta él solo a la implacable maquinaria bélica para estar con su amor. Una historia desgarradora bajo la nieve y los bombardeos: el melodrama.
Habrá "modernitos" de esos a los que les parecerá un tipo de cine no sólo desfasado, sino muerto y enterrado. A todos ellos les recuerdo la pasión incontrolable que por Sirk y el melodrama clásico profesa un moderno tan moderno como Pedro Almodóvar; algunos de sus mejores momentos se los debe a un director que nació en Alemania justo al comenzar el siglo pasado y que dominó las directrices de ese cine tan "anticuado". Ahí están obras maestras suyas como IMITATION OF LIFE o WRITTEN ON THE WIND, para corroborarlo.
Y llegó el tiempo del saludo.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!