sábado, 1 de febrero de 2025

Sobre dictadores y playas


 
En un debate reciente, tan acalorado como vano, mi reticencia a reconocer los supuestos valores de cierta cinta, en la que un padre convierte el encierro en un campo de concentración nada menos que en una comedia infantil, me acordé de un film notablemente superior, pero del que nadie ha hablado en los diez años que han pasado de su estreno. El director iraní Mohsen Makhmalbaf, perseguido y represaliado por el régimen de su país, se vio obligado a encontrar la manera de seguir rodando fuera de sus fronteras, lo que plasmó (represión y película) en THE PRESIDENT, donde narraba la odisea de un dictadorzuelo y su nieto, perseguidos tras el súbito triunfo de la revolución, para lo que el sátrapa se ve obligado a hacer creer al chaval que están actuando en una comedia, donde se hacen pasar por campesinos en busca del mar. Al contrario que Benigni, aquí no se omite un detalle por escabroso que sea, logrando hacernos partícipes de la mirada inocente del niño, que asiste atónito al derrumbamiento de una sociedad a la que realmente nunca había visto fuera de las murallas del palacio. Makhmalbaf no juzga, ni defiende, ni toma partido, sino que nos convierte en acompañantes improvisados, y que veamos de primera mano cómo las dictaduras corroen a los países que primero miran hacia otro lado, y después piden venganza, con la misma facilidad para cambiar de chaqueta que el protagonista de esta película imprescindible y corrosiva, uno de esos títulos icógnitos que, claro, nunca ganarían un oscar, pero nos dan la medida de tiempos que unos nos hacen creer que no volverán, cuando deberíamos saber que podríamos estar en preámbulos a punto de estallarnos en la cara. La secuencia final, terrible, desafía los estándares de buenismo que desgraciadamente asola nuestra propia y cegata sociedad de desvíos y entretenimientos.
No apta para conciencias culpables.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!