miércoles, 30 de junio de 2021

Películas para desengancharse #83


 

Summum del agotamiento por acumulación, sigo sin verle esa supuesta grandeza a HEAT, más allá de su absorbente colección de iconos, quizá la más obsesiva e indisimulada de la historia reciente. No pongo en duda que efectivamente sea la catedral sobre la que orbita el cine de Michael Mann, y uno puede resolver muchas dudas razonables acerca de esa inagotable búsqueda de la "imagen fuera del concepto". Es la dinámica al servicio de la técnica, y no al revés; es ver gente corriendo sólo para que se levante la chaqueta y la corbata; y también es el extraño deseo de autodestrucción, por el medio del único rival digno. A mí me parece que su trama es repetitiva e hinchada de esteroides, o que sus personajes no tienen nunca claro qué es lo próximo que van a hacer, aunque pongan cara de que sí lo tienen claro. Por otro lado, la vida le sonríe a quien saliva con estruendos, ataques de ira y exabruptos gratuitos; aunque ya sabemos que todos venían aquí para ver un contraplano (tampoco muy creativo) entre los dos protagonistas, unos Pacino y de Niro, siempre en riesgo de desaparecer entre tanta excusa desmesurada. Es entretenida, intensa, y su tono de tragedia clásica mantiene el interés aceptablemente, pero sigo defendiendo que su sinopsis no es para casi tres horas. 
¿Lo peor? Lo peor es su horda de defensores a ultranza, que son ya muy pesados... Y el peinado de Val Kilmer.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!