jueves, 3 de junio de 2021

Esbozos de lealtad objetiva


 

No me es sencillo aparcar al gran maestro (quién sabe hasta cuándo), tras este arrebato de meses en su compañía, por lo que decido ir a lo menos obvio y conocido. DECEMBER 7th es una curiosidad muy curiosa (valga la redundancia), y la constatación de que la propaganda, si está bien hecha, también se puede entender en los márgenes del cine. Ceñida durante décadas al despliegue visual que el gobierno de Roosevelt puso a su disposición, las imágenes bélicas filmadas por Ford y Gregg Toland siguen asombrando por la veracidad e intención de las mismas, sea en los cruentos bombardeos a Pearl Harbour o en la reagrupación y defensa del espacio hawaiiano. Muchos años después, hemos podido acceder a las imágenes que entonces el propio gobierno le censuró a Ford, y que componen la apertura y cierre del film. No es cualquier cosa implementar un elocuente discurso, muy crítico con las zonas oscuras de la gestión bélica, con el actor Walter Huston haciendo visible nada menos que al mismísimo Tío Sam, cuyos ingenuos ideales son rebatidos por un funcionario. O el estremecedor cierre, en el que Dana Andrews, por aquel entonces gran estrella, encarnaba a un soldado de marina, ya fallecido, que pasea junto a otro fantasma, un veterano del Marne, por un cementerio repleto de combatientes caídos. Plano secuencia que, de haber tenido la rúbrica de Bergman, ahora sería referencia de culto, pero que entonces se decidió ocultar para no minar la moral de las tropas...
Merece la pena rescatar esta joya tan olvidada, para aprender cómo se filma en mitad de una gerra mundial, y también para saber mirar en la dirección adecuada, la de los causantes en la sombra.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!