lunes, 16 de septiembre de 2019

Suéñame para encontrarme



Apunten el nombre de Bi Gan, será uno de los cineastas más importantes de los próximos años. Con sólo dos films estrenados, se confirma como ese gran virtuoso al que no se le notan las florituras, o más bien un excepcional narrador que lo es por la naturalidad con la que despliega varios niveles de percepción, obligando al espectador a estar sumamente concentrado. KAILI BLUES fue su debut por 2015, y no parece que estemos ante un debutante, sino más bien ante un cineasta reposado, seguro de sí mismo y poseedor de un poderoso y firme discurso. Sin recurrir a tópicos ni a lugares comunes, Bi Gan entremezcla sueño, realidad, poesía, pasado y presente, con unos personajes que van surgiendo, presentándose ellos mismos a través de sus historias y circunstancias. Así, una historia aparentemente insignificante termina mostrando el dolor y desarraigo de una familia que parece destinada a la infelicidad por culpa de unos sucesos escabrosos y de difícil resolución. Es la búsqueda de un niño que vendieron y cuyo tío conserva la esperanza de encontrarlo, pero ello le sirve a Bi Gan para trazar toda una geografía de un país (quizá sólo un puñado de regiones) despeellejado como sus paredes, donde ya nadie sueña, o quizá los sueños se guarden en un lugar aún más remoto que la última región de flautistas medievales, donde a lo mejor está ese chico que se pintaba relojes para detener el tiempo. Los que la vieron en Locarno, y premiaron a su joven director, hablaban, sobre todo, del mastodóntico y complicadísimo plano secuencia de casi 40 minutos de duración, y que engrana y vertebra perfectamente el espinazo central de esta historia, a veces triste y a veces jocosa, uno de los debuts más sorprendentes e incontestables de los últimos tiempos.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

ufff, apuntada, me gustó bastante "Largo viaje hacia la noche"

dvd dijo...

Es la próxima...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!