lunes, 23 de septiembre de 2019

Encuéntrame para soñarme



DI QIU ZUI HOU DE YE WAN (LARGO VIAJE HACIA LA NOCHE) es el segundo film de Bi Gan, y cualquiera diría que haya logrado tan alta excelencia cinematográfica cuando acaba de cumplir treinta años. Como si de una imponderable continuación de su debut se tratara, la historia vuelve a centrarse en una búsqueda, esta vez la de una mujer, a la que el protagonista cree haber amado en algún momento, aunque sólo conserva de ella pequeños recuerdos e imágenes perdidas en una memoria que no parece muy fiable. La búsqueda casi como necesidad vital y obsesión, ocupando un metraje de nuevo escindidoen dos partes complementarias pero diferentes (y de nuevo los títulos crédito se demoran hasta nada menos que la hora de metraje). Es un film sumamente poético, sí, y evocador, de una belleza formal fascinante, aunque se le pueda achacar algo de regodeo en sus acrobacias formales, tanto en cómo se estira el tiempo, todo esto resulta consciente y deliberado en la propuesta de un director que, brillando en lo formal, siempre intenta ir un paso más allá en lo discursivo. Efectivamente, es un amor que se encuentra aunque quizá no exista excepto en la imaginación en la que nos vemos inmersos; ahí obtiene Bi gan su territorio (meta)físico, en la memoria y los pensamientos como territorio a explorar.
Desconozco el techo de este señor, pero espero que tarde en encontrarlo. Sobre todo por ponerle imágenes a una maravilla como ésta ...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!