domingo, 29 de septiembre de 2019

Rincón del freak #373: Corazón negro, gilipollas blanco



Corría el año 1990 y lo que petaba las salas era el fantasma molón de Jerry Zucker, por lo que hubo quien pensó: "¿Qué diablos?" Ni más ni menos. Lo que propone HEART CONDITION es un casposísimo desastre, cuya palmaria torpeza logra incluso desaprovechar una pareja de excelentes actores, Bob Hoskins y Denzel Washington, que se esfuerzan todo lo posible en parecer creíbles en un argumento tan delirante que sólo puede entenderse como simple y llano exploitation de lo antes expuesto. El primero es un policía soez y racista, que no para de engullir hamburguesas, fumar como un carretero y darle bourbon hasta al gato; el segundo es un hijoputa integral, pero fino, un abogado que se lucra mediante un oscuro intervencionismo en la prostitución de lujo. Luego hay una especie de trama, pero no importa, porque lo interesante es plantear la carambola de que el policía sufre un infarto y el abogado se muere, así que, trasplante de por medio, el abogado, por el que siempre ha sentido animadversión, se convierte en una presencia fantasmal que, aleluya, va a intentar que el despreciable tipo que ahora lleva su corazón lleve una vida acorde a la que fue la suya... aunque le tenga que revelar dónde tenía 200.000 $ escondidos de sus negocietes. En fin, una mamarrachada de las que impúdicamente se hacían entonces, o cómo ver a Hoskins gritando como un mono y a Washington con cara de anuncio de dentífricos intentando parecer graciosos en una película que se mueve entre lo sórdido y lo repugnante.
Comenzaban los 90, amigos...
Saludos.

1 comentario:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Aunque parezca irreal, recuerdo que vi esta película, en algún canal de aire.
Recuerdo que la ex del policía se había convertido en novia del abogado.

Por acá, cierto canal insiste con la repetición de Chiquito y peligroso (Little ma), aún más absurda y peor actuada.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!