martes, 17 de septiembre de 2019

La clase de Lubitsch #32



Más producto de la cabezonería de Lubitsch por adaptar la opereta de Franz Lehár, un viejo sueño suyo, aparte de la seguridad en taquilla que solía dar el tándem Chevalier/MacDonald, lo cierto es que THE MERRY WIDOW fue lo que todos esperaban, pero se hizo por los pelos, ya que el chansonnier estaba hasta el gorro de repetir siempre el mismo rol y la soprano prefería dedicarse a cantar. No volvieron a repetir la experiencia, aunque lo que Lubitsch hizo, casi sin proponérselo, fue adelantar algunas de las grandes obras maestras que empezaría a realizar inmediatamente después. Además, el film fue bien recibido por la crítica y llegó a llevarse un oscar a la mejor dirección artística, que recayó en Cedric Gibbons y Fredric Hope, especialmente brillantes en los fastuosos números musicales. Es una comedia, sí, y es un musical, también, pero sobre todo es una especie de último guiño a esa "vida alegre", desplazando a París, y por motivos estrictamente económicos, las penurias de una remota región centroeuropea llamada Marshovia, y por la que la MGM recibió hasta una anecdótica demanda de Montenegro, que se vio agraviada como el lugar triste que nunca fue... Muy Lubitsch todo, sí señor.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!