lunes, 15 de enero de 2018

Manual de lucha y libertad #7



Esa España que nadie parece reconocer, pero en la que refundan un presente que no les pertenece. Me pregunto por qué; qué mueve a la invocación de una amargura extinta, de una morfología destructiva y apenada. Me pregunto en qué consiste el esplendor de la miseria, de la exaltación biográfica o del escupitajo clasista. Basilio Martín Patino se hacía las mismas preguntas, incluso cuando el dictador aún coleaba, y al no encontrar respuesta elaboró una playlist con los hits del momento. Imaginen. El contraste, la sinrazón, la eucaristía filmada de un circo casi sin pan, con famélicos espectros que soñaban con capeas, chutes y zapateados de Miguel Ligero, aferrados al pan negro con una cartilla con más cruces que una quiniela. El no sentir vergüenza es sanador, arroja una capa de esmalte en aguafuerte que quema las memorias disidentes (aquello no era autoestima, era hambre). En CANCIONES PARA DESPUÉS DE UNA GUERRA hay más crónica y más verdad que en sesudos tomos, dilatados documentos gráficos o graves (gravísimos) calambures de heredad pisoteada. Olvidar es un pecado que sólo los necios pueden atribuir a una atribución de nobleza.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!