viernes, 19 de enero de 2018

Sabios e imbéciles



No creo equivocarme al afirmar que quizá sea Gus van Sant el director contemporáneo que con mayor certeza ejemplifica el paradigma de "autor esquizoide". No se trata de que sus imágenes estén impregnadas de locura o inestabilidad, sino que el grosor con el que ofrece sus trabajos alimenticios es tal que, comparados con sus proyectos personales, parecen hechos por otra persona, un primo torpe o algo así. THE SEA OF TREES parece sacada de un manual de autoayuda burdamente conservador, sin apenas un gramo de sustancia que refuerce de alguna forma la deriva de un tipo bastante imbécil (Matthew McConaughey en el peor papel que le recuerdo) que se va al bosque de Aokigahara e Japón, conocido como "el bosque de los suicidios", con la intención de morir al no poder soportar el fallecimiento de su esposa. Esa premisa no tiene por qué estar mal, pero todas y cada una de las cuestiones y respuestas que el guion va proponiendo son erróneas, simplistas, infantiloides y hasta chabacanas. El tipo es imbécil porque así nos lo presentan, porque sus discusiones en flashback carecen de sentido (o yo no se lo veo), y porque de repente parece imbuido de una revelación mística que tampoco comprendo muy bien. Para rematar, el fallecimiento de su mujer es para parar en ee mismo momento la película y marcharse, o pedir la devolución de la entrada (me consta que en Cannes hubo algo de eso), pero prefiero no contarlo, sino que descubran ustedes de qué se trata.
Básicamente, podríamos estar ante el reverso tenebroso de una película tan sugerente como GERRY, ya que también aquí hay dos hombres a la deriva, perdidos en ninguna parte y buscando una salida que no se vislumbra; pero lo que en aquélla era un nihilismo jocoso que remitía a los orígenes del cine mudo, aquí es apenas una entrega por fascículos sobre cómo ser espiritual sin abandonar el confort del materialismo.
Si son capaces de llegar a la mitad sin soltar un exabrupto, entonces el problema lo tienen ustedes...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!