jueves, 31 de julio de 2014

Alain Resnais: Tributo a un maestro #21



Aun con todo su talante lúdico, su elaborada puesta en escena y un solemne gusto por la precisión dramática, es difícil rastrear algo del Resnais suicida y laberíntico; ni deberíamos. PAS SUR LA BOUCHE es un libreto, una opereta (como bien se encarga de recordarnos una voz en off en los divertidos títulos iniciales), un enredo-equívoco-amalgamiento que funciona por el estimable trabajo de la "cuadrilla Resnais" y algunas filigranas melódicas y coreográficas que bien podría haber firmado el mismísimo Busby Berkeley. ¡Chapeau!. Un musical (este, sí, cantado) que versa sobre las idas y venidas del corazón cuando éste no se decide a econtrarse a sí mismo. Los involucrados son un matrimonio acomodado (Arditi/Azéma); la hermana solterona de la mujer (Isabelle Nanty); una joven alocada (Audrey Tautou); un joven artista, inventor del "cucuísmo" o "cubismo cuneiforme" (Jalil Lespert); un norteamericano recién llegado con un pasado escabroso (Lambert Wilson); un tipo solícito y acuciado por ataques de hipo (Daniel); y una portera... extraña (Darry Cowl). Sus pasiones, intraltos y deseos ofuscados les llevarán a no saber nada unos de otros hasta confluir en su última verdad... y no precisamente la más atractiva. Y a mí me da que, por aquel entonces, Alain Resnais se veía en el derecho, cuando no obligación, de darse un gustazo privado, quizá recordar pasajes de su infancia y juventud y ensayar aquellas comedias ligeras de René Clair. Un poco ensimismado en su propio aire de ensoñación y evocación... aunque ahora es el director quien sueña...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!