viernes, 4 de octubre de 2013

Una ceremonia de la confusión



El Francis Ford Coppola de la actualidad poco o casi nada tiene ya que ver con el trasatlántico que surcó el panorama cinematográfico desde principios de los setenta hasta una década después; ni siquiera con el convenientemente reciclado autor/reglador que asumió un desastre económico tras otro y se dedicó a tener menos personalidad y cultivar un mayor sentido de la profesionalidad. No, porque el Coppola que hemos visto aproximadamente desde hace unos seis años es un extraño cruce entre un entusiasmado novel y un rotundo contador de historias de formas heterodoxas y austeridad "europea". Así, YOUTH WITHOUT YOUTH nos devolvía a un cineasta que creíamos perdido para siempre, pero la conclusión es que uno no debe juzgar este film (ni los dos siguientes) comparándolo con un bagaje tan poderoso como el suyo. Esto no es el Coppola clásico, aunque paradójicamente parezca mucho más "clásico" que el de hace cuarenta años. Con paciencia y minuciosidad infinitas, se nos presenta la enigmática circunstancia de un hombre alcanzado por un rayo que se va haciendo cada vez más joven; perseguido y asediado, vagará por toda Europa bajo diversos nombres y apariencias. Es de notar la indefinición final de una trama que parece querer perseguir otro objetivo al simplemente narrativo, como un metatexto que nos advierta a lo largo de todo el metraje (largo metraje...) para que permanezcamos exhaustivamente atentos a ese detalle que, desgraciadamente, yo no llegué a ver por ningún lado. Es el gran lastre de una producción muy cuidada en lo ornamental pero a la que le falta concreción y algún que otro golpe de sensatez; una película hecha con medios y personal rumano, que como nuevo modelo de producción para tiempos de escasez es francamente ejemplar, pero que mucho me temo que no va a pasar a ninguna posteridad. A destacar, el esforzado trabajo del nunca suficientemente valorado Tim Roth y el cuidado diseño de producción ¿Lo peor?... que se hace muuuuuy larga.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!