martes, 29 de octubre de 2013

Robert Siodmak: Tiempo y esfuerzo #4



En MOLLENARD, Robert Siodmak alcanzaba uno de sus puntos fuertes con varios giros inesperados en un guion aparentemente convencional y de corte más bien ligero. Tras una apertura dominada por la actriz Gabrielle Dorziat, que debe asumir la sanción impuesta a su marido, el Comandante Mollenard, por "transportar" armas desde Oriente sin el permiso de su compañía, la narración se transforma por completo y da paso a un film que parece otro. El Comandante, interpretado por aquella fuerza de la naturaleza que era Harry Baur, es un personaje anárquico, ingobernable y que sólo lamenta una cosa en la vida: haberse casado con una mujer que es su auténtica némesis. Aun así, Mollenard es respetado por su tripulación hasta las últimas consecuencias y estará a su lado a lo largo de un accidentado viaje desde las costas de China hasta su Dunkerque natal, donde tendrá un recibimiento que oscilará entre el fasto oficialista y el desprecio a su falta de rigor funcionarial. MOLLENARD es la historia de un aventurero que se bebía la vida a empellones y se movía entre traficantes, putas y asesinos, pero que al pisar tierra firme, al volver a "su casa", es incapaz de lidiar con el más mínimo problema cotidiano; y es tan sólo en sus últimos días, postrado por un fulminante ataque, cuando será reconocido como un ser humano que dio su vida por defender a los suyos.
Uno de los mejores trabajos de Siodmak en Francia y un film que merece la pena hoy día por su sorprendente estructura narrativa y sus inspiradas composiciones, que se elevan por sobre su apariencia distendida de comedia de aventuras.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
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