jueves, 10 de octubre de 2013

J. R. R. #2



Hasta hace muy poco, THE TWO TOWERS no ofrecía discusión para mí; es la mejor, me decía, y con diferencia. Curiosamente, la versión extendida apenas ha cambiado el rumbo de esta excelente segunda parte, quizá porque no había mucho que añadir para mejorarla. Aquí se encuentran algunos de los mejores momentos de toda la saga, los que le dan su empaque y la han hecho perdurar en el imaginario de unos aficionados que ya contaban con el bagaje literario. Una difícil empresa de la que Jackson sale airoso desde su tremendo arranque, la épica lucha entre Gandalf y el temible Balrog en una interminable caída libre; mi escena favorita y uno de esos momentos que quedan grabados por derecho propio. Pero hay mucho más en este intenso ínterin que conecta con pulso la exhaustiva presentación de personajes con la apoteosis final; porque aquí se pone ya de manifiesto la rivalidad entre los caballeros de Rohan y los guerreros de Gondor, vital para entender el porqué de muchas decisiones; además de la caída de Isengard a cargo de los Ents, poderosos árboles parlantes que protagonizan el momento con mayor carga ecológica de la novela original. Pero hay otros dos momentos apasionantes y decisivos en esta película. Uno es la aparición de Gollum, un ser dominado por el poder del Anillo y que será el encargado de guiar a Frodo y Sam nada menos que hasta Mordor, sin sospechar que la verdadera intención de éstos es destruirlo en el Monte del Destino. Interpretado por el actor Andy Serkis, Gollum es uno de los hallazgos de Peter Jackson, un personaje cuya complejidad bipolar entierra los reparos que pudiésemos albergar sobre las técnicas empleadas para darle vida y que poco a poco se va convirtiendo en uno de los baluartes esenciales de la saga, uno de esos personajes destinados a ser antológicos.
Y para terminar, la batalla del abismo de Helm. Dilatado durante casi una hora, supone uno de los puntos más oscuros y terribles de las tres películas. Yo creo que nunca antes habíamos visto un despliegue igual para contar la épica resistencia del pueblo de Rohan ante un ejército veinte veces mayor, y Jackson lo filma con brío, sin resultar confuso (teniendo en cuenta las dimensiones del evento) y sin dulcificar ningún aspecto. La inesperada llegada del ejército de Elfos es uno de esos momentos vibrantes junto, quizá, a la carga final de los Rohirrim liderados por Gandalf.
THE TWO TOWERS es una película que pasa en un suspiro, que aclara multitud de asuntos que quedaban en el aire tras la primera entrega y que preparaba el terreno para un último capítulo que, este sí, necesitaba mayor extensión para no dejar un solo cabo suelto.
Saludos... hasta mañana.

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