miércoles, 23 de octubre de 2013

Las metamorfosis incomprendidas



El caso de Justin Kerrigan es de difícil explicación diegética, y sólo un conocimiento profundo de las interioridades del cine británico podría esclarecer lo atropellado de una trayectoria que parecía una cosa (y no era ahí donde radicaba su interés) y luego, al alcanzar cierta madurez profesional, desaparece por incomparecencia, aunque yo añadiría que por incomprensión generalizada. Kerrigan dirigió uno de esos inacabables "hijos bastardos" de TRAINSPOTTING en 1999, HUMAN TRAFFIC, que fue recibida por la crítica de su país como uno de los mejores debuts de aquel tiempo, cuando en realidad no era más que un rendido tributo a un Danny Boyle que parecía el modelo a imitar casi como Tarantino lo era en el Hollywood más gamberro. Sea como fuese, Kerrigan desapareció hasta nueve años después, donde nos encontramos con un film muy diferente, porque I KNOW YOU KNOW, aun con sus carencias, fiándolo casi todo al carácter y el oficio de un Robert Carlyle más comedido que de costumbre y con una premisa argumental suicida, es una película que va ganando si se la va entendiendo desde su hermetismo inicial, que la hace dolorosamente confusa. Es ésta la historia de un chaval cuyo héroe es su padre, con el que viaja sin parar y del que sospecha que puede ser nada menos que un agente secreto. Hasta ahí lo que se nos quiere hacer creer que creamos, luego es verdad que el film flojea por su indefinición, pero remonta en la parte final, donde las cartas quedan bocarriba y la cruda realidad transforma lo que parecía un relato de aventuras, con mafiosos y espías, en la difícil tarea cotidiana de sacar adelante a nuestra familia y cómo todo ello queda adulterado al estar enfocado por unos ojos inocentes que idealizan lo que están viendo. No es ninguna obra maestra en absoluto, pero su guion, muy superior a su realización, nos descubre a un autor de aliento fresco y que, por fin, parece haberse quitado la losa de "imitador de...".
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!