jueves, 12 de agosto de 2010
Ni un pájaro, ni un avión #4
SUPERMAN IV: THE QUEST FOR PEACE, es una de las peores películas de la historia. Una bacalá infame de los Golan/Globus (verdaderos terroristas cinéfilos) que no hay por dónde cogerla y que, desgraciadamente, cubrió de mierda a todos los que allí intervinieron. Uno ve esta cosa después de los años y se pregunta algunas cuestiones que parecen de difícil respuesta: ¿Qué necesidad había de tirar al vertedero todo lo logrado antes, con un presupuesto ínfimo y una falta de profesionalidad sonrojante? ¿Por qué aceptaron Reeve y compañía participar en una basura de tal calibre, si era algo que se veía de lejos (sólo hay que echar un vistazo a los títulos de la productora, con Chuck Norris como gran estrella...)? ¿Qué diablos le ocurrió a Sidney J. Furie, que pasó de prometedor cineasta de género en los sesenta a prostituirse por cada miserable guión que le ofrecían? ¿Y qué me dicen de Nuclear Man, ese vergonzante supervillano vestido de primo de Conan pero con el peinado de Daryl Hall...? ¿Es que nadie se daba cuenta del desastre? Porque la Cannon, es cierto, solía tener taquillazos con temibles subproductos de factura fascistoide, pero esto no era probar a ver qué pasaba, porque la saga de Superman se había labrado una reputación y un prestigio desde hacía diez años, y no había derecho a que todo terminara así. Al final, la película fue un fracaso absoluto, fulminó la carrera del pobre Christopher Reeve (que ya sabemos cómo acabó) y le amargó la vida a los fans del hombre de acero, que perdieron la fe tras el mal trago. Era 1987 y se cerraba una página en la historia del superhéroe por excelencia...
Saludos invulnerables.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
5 comentarios:
De pequeño las vi todas, la mayoría en el cine, pero ésta no sabía ni que existía. La última mejor, pero el prota un poco hierático y soso.
No dejes que algo como esto te arruine la infancia, amigo...
Es horrorosa y es cierto que los de la Cannon hacía cada producto cuyo resultado era más que previsible. De aquella infame productora sólo salvaría "Life Force" de Tobe Hooper.
Sí, aquélla tenía su encanto... será porque los extraterrestres invadían Inglaterra en vez de Yanquilandia...
Pues sí, decir que es prescindible es decir poco.
Un saludo
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