miércoles, 2 de diciembre de 2009

De cómo se coge un mal guión y se hace una magnífica película

Y me parece que el título no puede ser más elocuente... pero intentemos sacar una reseña de todo esto.
Al final me rendiré a James Gray, a su cine, más que nada porque es inasequible a la mediocridad que a día de hoy es legión. Lo dije a propósito de WE OWN THE NIGHT, que era un film valiente incluso para despeñarse en su tramo final; un film (un cine) hecho a medida de un inconformista, un buscador de sensaciones que acabará superándose, haciendo su película "grande".
Y no es el caso de TWO LOVERS, porque ésta es un milagro antes que otra cosa; no se explica, si no, que contenga algunas de las escenas más emocionantes de la década y otras de las más ridículas e incomprensibles. Lo primero que me gustaría señalar es el desmarque que realiza Gray respecto de sus coetáneos; su cine nunca busca la explicitud, o sí la busca pero logra (termina por) navegar abruptamente por un mar de sensaciones encontradas, donde no es tan interesante lo que se cuenta (aquí es una estupidez) sino cómo se cuenta, los giros ufológicos y las neblinas esotéricas al servicio de un relato ateo y descreído.
En pocas líneas: Joaquin Phoenix (colosal interpretación la suya) es un tipo extraño que vive con sus padres y sobre cuyo turbio pasado Gray nunca nos explica nada; su vida transcurre entre la tienda de su padre, judío devoto, y la hija del futuro socio de éste (Vinessa Shaw), donde todo indica que la cosa acabará en boda por el bien de la sociedad, en todos los sentidos... En esto que se cruza en el camino de Phoenix una vecinita de las que todos queremos tener (Gwyneth Paltrow), con una turbia vida (todo es turbio...) que tampoco queda demasiado aclarada. Diríamos que el dilema que se crea el personaje de Phoenix no es nunca tan interesante como la manera de resolverlo, ese excitante periplo vital del que nunca alcanzamos a ver el fotograma siguiente. Su final es sorprendente y descarnado al mismo tiempo, ni feliz ni trágico, sólo una necesaria vuelta a la realidad tras un incómodo paseo por lo viscoso de la condición humana que recuerda tanto a BLUE VELVET como a LOVE STORY, así de contradictoria es. Y digo todo esto porque necesito que alguien me explique qué narices significa ese inicio que me dejó pensando toda la película.
Dos saludos.

4 comentarios:

Cinemagnificus dijo...

ANTE LA LEY DE ECONOMÍA SOSTENIBLE, DIGAMOS NO A LA CENSURA EN INTERNET!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

http://www.partidopirata.es/blog...mia-sostenible/

JUNTOS PODEMOS PARAR LOS PIES DE LOS QUE QUIEREN RECORTAR NUESTRAS LIBERTADES. UNÁMONOS TODOS LOS INTERNAUTAS POR UNA CULTURA LIBRE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

COLGAD ESTO EN VUESTROS BLOGS. QUE TODOS SE ENTEREN DE QUE QUIEREN CERRARNOS EL ACCESO A LA CULTURA. PERO NO PODRÁN CON TODOS JUNTOS. TENEMOS QUE ESTAR PREPARADOS.

Mister Lombreeze dijo...

Hello, al habla un fan incondicional de James Gray, director al que ya he dedicado tres entradas en el blog gusano. Subí al youtube la escena final de esta película porque es maravillosa (espero que la ministra no se lectora habitual de vuestro blog).

Pues sí, tu título define perfectamente esta película. James Gray demuestra su talento ensalzando una historia a priori vulgar y manida. Pero claro, cuando centras la mirada en las emociones de uno de los personajes, y lo haces tan bien. La cosa cambia. La melomanía de Gray también me ayuda a degustar sus pelis. Pedazo de versión de Puccini.
http://www.youtube.com/watch?v=w4zeQp7zA3Q

¿A qué te refieres con el significado del inicio?. Refréscame la memoria please.

Y no te metas con el epílogo de We own the night. Era emoncionantísimo.

dvd dijo...

Lo del principio es el chapuzón de Phoenix... ¿intento de suicidio?... Gray lo deja en suspenso, esperando (supongo) que la ingeniosa trama haga el resto, pero no me cuadra el trastorno bipolar, aquí demasiado aseadito... Y, ojo, sólo digo que podía haberle sacado más partido a este asunto...

Mister Lombreeze dijo...

Para mí, sí, intento de suicidio. Y sí, aseadito tema por el que pasa de puntillas.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!