lunes, 25 de febrero de 2019

La bendita ignorancia



LAZZARO FELICE es uno de los contados prodigios cinematográficos que nos dejó el año pasado. Transitando con unánime éxito por Cannes (mejor guion) y Sitges (Premio especial del jurado), esta fábula evocadora y atemporal habla apenas de un par de cosas, pero lo hace tan bien que eso nos basta para trazar una crónica certera y luminosa de la condición humana, sus trampas y miserias, pero también sus bondades, encarnadas en la permanentemente asombrada mirada de Lazzaro, paradigma de la humildad y el esfuerzo desinteresado. Lazzaro vive en una comunidad explotada miserablemente por una marquesa, que les mantiene aislados del resto del mundo desde que unas inundaciones afectaron su plantación de tabaco. Sometidos a una semiesclavitud, y convencidos de que se ahogarán si intentan cruzar el río, que en realidad no tiene más de dos palmos de agua, son encontrados casualmente por las autoridades, que los liberan y encarcelan a su opresora. Lo que sigue es difícil de atribuir a un solo género, pues Rohrwacher literalmente resucita a Lazzaro varias décadas después, tras ser dado por muerto. Perfectamente joven, se presenta en la ciudad, donde malviven sus antiguos vecinos de la "Inviolata" (elocuente nombre), y su sola presencia les hace albergar la esperanza de conquistar una libertad que nunca han poseído realmente. Película de extraña y profunda poesía, me reconcilia con el cine de una directora cuyos trabajos anteriores me han parecido vacuos y llenos de cursilería, pero que aquí, casi milagrosamente, bordea la maestría compositiva, y agita nuestras adormiladas conciencias con este héroe/santo involuntario, y que quedará en nuestras retinas durante mucho tiempo.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

100% agree. Magistral.

dvd dijo...

Maravillosa película, no me la esperaba. Y el mensaje implícito es muy necesario hoy día, sin duda...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!