viernes, 22 de febrero de 2019

El nacimiento del Tercer Mundo



Ya al final de ANOTHER DAY OF LIFE, la película de animación rotoscópica que relata la agitada estancia de Ryszard Kapuscinski en una Angola que se desangraba buscando su independencia, encontramos la frase más reveladora de esta extraña e irregular película, a la que le cuesta encontrar el tono justo entre épica y crónica, documento y ficción. Fue la ganadora (no había un solo rival de entidad) del Goya a la mejor película de animación, y representa la actual tendencia a las coproducciones exóticas y de complicada ubicación, pero que en este caso cobra bastante sentido. Dirigida por el documentalista español Raúl de la Fuente (autor de la extraordinaria Nömadak Tx) y el especialista en animación Damian Nenow, recoge la figura de aquel irrepetible reportero, de la estirpe ya extinta del periodista-escritor, comprometido por añadidura con la causa de los más desfavorecidos, en contraposición del periodista especulador y oportunista, que sólo piensa en sacar tajada de las desgracias. La película mezcla una animación de bastante calidad con imágenes reales de archivo y entrevistas con algunos de los supervivientes que conocieron por entonces a Kapuscinski y hablan de su determinante aportación a la visibilidad de un conflicto que, paradójicamente, no sólo no se resolvió con la independencia, sino que convirtió a Angola en un territorio aún más  anárquico y despiadado. La frase, sobre la que bascula el auténtico sentido de esta película, es la que encabeza esta reseña, porque, como decía su protagonista, "la pobreza no tiene voz, y por eso estoy aquí".
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!