sábado, 23 de febrero de 2019

El hombre murciélago #2



Seis años tuvieron que transcurrir para que la Columbia se decidiese a desempolvar de nuevo a Batman y Robin, enfundarlos en sus pija... digo trajes, y los proyectase en las sesiones matinales de los Sábados. Era ya 1949, la WWII había acabado hace unos años y las motivaciones de los superhéroes habían cambiado "ligeramente". No se trataba ya de luchar contra la amenaza soviética o japonesa, sino de identificar y erradicar al "enemigo en casa", que también existía. En este caso, el malo era The Wizard, un científico zumbao que se vestía como un penitente de Sábado Santo y aspiraba a dominar el mundo desde una ignota cueva de aquella Gotham City asediada día sí y día también por la habitual pléyade de malhechores (que no he visto yo una ciudad más chunga, la verdad). Aunque la estructura, desarrollo y ejecución del serial es prácticamente idéntico al de 1943, sí se nota una mayor profesionalidad técnica y algo más de empaque en las interpretaciones, donde Robert Lowery (uno de aquellos incontables galanes de segunda fila) abandonaba el tono humorístico y perfilaba un Batman algo más serio que su predecesor. Aunque antes de terminar me gustaría llamar la atención sobre Johnny Duncan, que encarnaba a un Robin francamente bragado y con pinta de que no quieres encontrártelo en un callejón a oscuras. Duncan, que falleció hace sólo tres años, fue un habitual de los pintorescos salones del cómic de medio mundo, además de tener el honor de participar en aquella desastrosa obra maestra que fue PLAN 9 DEL ESPACIO EXTERIOR... Ahí es nada.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!