sábado, 5 de enero de 2019

Por ser tú



El tema del doble siempre ha estado muy presente a lo largo de la historia del cine; y si ya entroncamos con la suplantación de personalidad aún más; y no digamos si lo completamos con la rivalidad entre actrices, que es un tema que ha dado títulos míticos. ALWAYS SHINE no es ninguna obra maestra, y tampoco creo que haya inventado nada nuevo que no hayamos visto ya. Ésta es una película pequeña, modesta, un debut sustentado en el trabajo de dos actrices en alza, Caitlin Fitzgerald y Mackenzie Davis, y sobre todo esta última, cuyo carisma llena cada hueco de una pantalla algo huérfana y a la que se le reconocen las carencias de la falta de oficio. En lugar de ello, Sophia Takal ensaya un fantasmal ejercicio de extrañeza ambiental, saturado de primeros planos y un score muy inquietante a cargo de Michael Montes. Incluso el montaje se adentra tímidamente en arenas movedizas del inserto vehicular, y todo para ilustrar la pequeña historia, casi una anécdota, de dos amigas, actrices de tercera fila, que se van de fin de semana a un apartado retiro rural para recargar pilas y retomar su amistad. Sin embargo, lo que sale a flote es un sentimiento malsano, el de la que no tiene tanto éxito como la otra y piensa que es injusto, o aún peor, que sus papeles son obtenidos por adoptar un carácter dócil y sumiso, mientras que su fracaso lo es por mantener posiciones fuertes y exigentes. Al final, una historia que necesitaba algo más de gestación y calma se precipita en decisiones de urgencia, y lo que queda es un buen boceto, interesante y con buenas actuaciones, pero con muy poca chicha.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!