miércoles, 23 de enero de 2019

O cinema ao lado #7



AQUELE QUERIDO MÊS DE AGOSTO es una de esas películas que uno no sabe de dónde salen, ni cómo respiran o qué vienen a significar en un panorama anquilosado, miedoso de proponer una mirada que se sepa única libre. Libertad es lo que le sobra a esta maravilla ideada por Miguel Gomes y sostenida por ese mes de Agosto en una zona del interior portugués, donde los días y las noches se suceden entre la música de las orquestas de verano (finalmente las grandes protagonistas del film), las procesiones callejeras y unos amores efñimeros, que van de lo ingenuo a lo prohibido. Por un momento, todos nos reconocemos en ese sonido, color y aroma tan especial, que impregnan cada fotograma con el sabor de una poesía viva y palpitante. Un prodigio de los que se tiene la fortuna de ver muy de vez en cuando y una pequeña obra maestra que es un regalo para los cinéfilos. Como su inolvidable y divertidísimo epílogo, presentando a cada integrante del equipo como si realmente formaran parte de la ficción misma, Miguel Gomes parece invitarnos a nosotros, espectadores, a unirnos al espíritu mismo de la película y desear que eso inolvidable y querido mes de Agosto no se acabe nunca, o que pase muy rápido. Como la vida misma.
Obra maestra.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!