viernes, 19 de octubre de 2018

Teletienda



En una teletienda se ponen de manifiesto dos cosas: que lo inservible puede hacerse pasar por imprescindible y que el insomino altera gravemente la percepción sensorial. BOARDING SCHOOL es una película teletienda, no aporta nada al género terrorífico con jovencitos pero su creador, Boaz Yakin, de regreso tras un largo calvario creativo, nos intenta convencer a toda costa de que tenemos ante nosotros una vuelta de tuerca definitiva y reveladora. Nada de eso, a menos que nos quedásemos anclados en su impresionante debut, FRESH (tengo que comentarla un día), y nuestra percepción haya quedado tan alterada como los múltiples wtf de este enclenque guion. Se nos coloca en los años noventa, aunque ya es un recurso manido para evitar los siempre insidiosos teléfonos móviles, no porque exista una razón de peso. Los personajes, más que presentarse, son arrojados a escena, con una premura que no casa con el "supuesto" ambiente gótico que se desea representar. Los "momentos fuertes" se pueden encontrar en otros tantos títulos, como la camaradería entre inferiores, las desapariciones repentinas o la crueldad injustificada en una institución a la que definitivamente le falta empaque, por no hablar de unos flashbacks que parecen descartes insertos. Mención aparte merece la mejorable dirección de actores, que revela cómo no es casual que un actor infantil o adolescente actúe maravillosamente bien porque realmente está bien dirigido, y aquí todos parecen a punto de mirar al apuntador.
¿Qué es, en último término, lo que salva mínimamente esta película y la deja en un lugar más o menos tibio? La audacia de Yakin en esa intrahistoria de ambigüedad sexual y travestismo, que es por donde habría encontrado una película mucho más interesante, y no por el lado de un terror que nunca llega del todo. No es mala, pero sí fallida.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

súper agree!!!, ya tenía ganas de leerle esta peli.
es que estaba leyendo cada cosa por ahí... necesitaba un respaldo bloguero
aunque reconozco que cuando terminas de verla te queda una sensación del estilo "bueno... no he desperdiciado mi tiempo del todo..."
podría haber sido muy buena, pero no. Desquiciada.

P.S. "Fresh" es una obra maestra.

dvd dijo...

Uf... Recuerdo verla en los pases de cineclub de la segunda cadena a las tantas de la madrugada, que era el único momento en el que uno podía ver una peli subtitulada. Y recuerdo que m impactó muchísimo, yo tendría 20 o 21 años, no había visto ni una milésima parte del cine que acaparo hoy día, pero sabía reconocer cuándo estaba ante una obra importante. Luego no sé qué diablos le pasó a este director, haciendo trabajos por encargo muy mediocres; puede que con ésta haya intentado ir a terrenos más personales, pero de verdad que no le encuentro el punto, ni en la ejecución, ni en lo argumental, ni nada. Interesante un poco, pero no va a pasar a la historia del cine...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!