lunes, 15 de octubre de 2018

Al final de la escapada



Tenía una vida tranquila, agradable, en la que podía sonreír a todo el mundo y sentir el calor y la cercanía de las personas sencillas, mientras tú redimías tu culpa pacientemente, rodeado de quienes no iban a mover un dedo por ti. Los consejos iban y venían, los buenos consejos de la buena gente, que sólo querían lo mejor para mí, sin saber que sólo una cosa anhelaba con este cuentagotas insoportable. Tú. Tú y yo abrazados en nuestra tontería insensata de amantes, observando las ranas posadas en los estanques ¿Es tan difícil? ¿Es tan complicado lograr que te dejen en paz? ¿que tu rostro deje ya de ser un rostro maldito y sólo sea el de la bondad que yo veo? Lo dejaría todo por ti, mi vida y mis semejantes, sólo tú lo sabes. Dejaría mi cordura y mis ambiciones, lo sabes. Dejaría una casa por arrullarme en una manta junto a ti, y bebería leche de una lata mientras conduces rápido, para que no nos alcancen jamás. Y quizá tengan razón, quizá no sea más que una ciega locura ¿Quién soy yo para desafiar a la Iglesia y al Estado si están en tu contra? No sé nada, no quiero saber nada. Seré una ignorante junto a tu cuerpo herido, pero será ese hermoso agujero de bala lo último que vean mis ojos, para siempre. Y seré feliz entonces...

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Vaya final. En fin, una peli que merece un post como éste.

dvd dijo...

Yo sólo puedo decir una frase de películas como ésta. Obra maestra absoluta e intemporal...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!