martes, 30 de octubre de 2018

Mudar de piel



El revisionismo se lleva. Ya no es sólo el capricho de un aspirante a genio, abocado sin remedio a eterno aspirante. No, los revisionistas, quizá ahora mismo, son los que de verdad le están cambiando la cara al cine, no innovando, sino todo lo contrario, llevándonos de la mano a tiempos pretéritos. También se lleva el giallo, porque sus formas chillonas y estridentes casan bien con la urgencia de unos textos que parecen escritos a toda prisa, mientras nos sumergen en un mundo más de sensaciones que de palabras. Buena cuenta de ello puede encontrarse en el tándem Forzani/Cattet, o en el reciente estreno de la personal puesta al día de Dario Argento, ya que él ni siquiera puede copiarse a sí mismo. THE EDITOR es otra cosa, una especie de parodia o tributo, y puede que ambas cosas y puede que ninguna. Es, en todo caso, una apuesta muy personal de dos cineastas y actores que parecen completamente abducidos por un género al que imitan a la perfección, no sólo en las formas, sino prácticamente en toda su esencia. Los zooms, raccords, fallos de doblaje (el film está doblado a conciencia) y otras cuestiones que la convierten en un túnel del tiempo, porque no parece una película "de ahora", sino "de entonces". Hay pelucas, salsa de tomate, rostros derretidos, hombres con bigote, chicas voluptuosas, aerobic, pantalones de campana y muchos nombres italogermánicos, con un desparrame simplemente incesante y que para cualquier fan es una delicia. En el debe, pues que por momentos se toma en serio a sí misma y empieza con un catetísimo tratado de metacine que no se cree nadie, aparte de una trama que es una chuflería ¿Pero a quién le importa si puedes ver a Paz de la Huerta desnuda y cubierta de sangre?
Aun así, me reservo la recomendación sólo para iniciados en el tema, claro.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!