miércoles, 4 de julio de 2018

El color de la forma #14



Se acaba el apasionante recorrido por la filmografía de Sergei Parajanov, uno de esos artistas que prefirieron realizar solos su propio camino, aceptando las dificultades, e incluso convirtiéndolas en virtud. Sobre ello realizó, en 1992, un documento definitivo para entender la desbordante creatividad de Parajanov, su gran amigo y (aunque nunca lo reconociera) discípulo Mikhail Vartanov. PARAJANOV: THE LAST SPRING condensa en menos de una hora todo el material que Parajanov permitió grabar a Vartanov en mitad de sus rodajes; sobreexpuestas, sus explicaciones sobre el propio espectáculo de aquellos rodajes en condiciones extremas son una obra de arte por sí mismas. Vartanov nos traslada lo que Parajanov le confesaba, que haría cine hasta que le encarcelaran o le mataran, que nunca volvería a hacer una película propagandística y que, en realidad, todos los artistas que le emocionaban y sobre los que basó su propia obra (con Sayat Nova al frente) siempre fueron un enigma para él, pero que se sentía impulsado a reflejarlos simplemente porque le trasladaban a un tiempo muy pretérito, quizá la niñez. Todos estos pasajes, con la imponente y delicada figura de un Parajanov extasiado, dirigiendo a toda prisa, con sólo una hora de luz eléctrica, constituyen un impagable y necesario testamento, el de un artista irrepetible, pero también el de una manera de entender el cine, el arte, que parece perdida para siempre.
Magistral.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!