martes, 12 de marzo de 2013

Definición de maquinaria



Oficio. No es otra sino esa la palabra que retumba en cada esquina, orificio y voluta de una película tan densa, abigarrada y compacta como LINCOLN, el "Lincoln" de Spielberg, deberíamos concluir. No es tan buena, ni tan mala... es Spielberg en estado de madurez (un poco tarde, creo yo), por preferir hacer hablar a sus personajes antes que someterlos al típico ballet infernal de sus cintas más famosas (y emblemáticas). LINCOLN roza la verborrea más insufrible, en cambio los actores están superlativos, ejecutando su oficio admirablemente, y es, por tanto, la dirección artística, ese gran intangible de un rodaje, el logro más notable de 150 minutos sobre la obsesión de un hombre por lograr la abolición del esclavismo. La historia (la Historia) la conocen de sobra, o deberían, pero la conclusión más ajustada en la que creo que hay que moverse no es en el documento histórico, sino en qué nos ofrece Steven Spielberg tras su extraña mezcla de ampulosidad y humildad. Supongo que la noción norteamericana debe ser muy diferente a la europea; hay una exaltación de los valores nacionales y quedan remarcados los trazos definitorios por los que se movería la integridad y la conciencia ante un momento de ruptura con tradiciones que no por sangrientas gozaban de menor aceptación. Normalmente, un film de este tipo, o que al menos se inscriba por méritos propios en el epígrafe "Histórico", apenas puede evitar ese momento "grande y desbordante", sea una batalla, un baile, un baño de masas... Spielberg aprueba, en mi opinión, porque aprovecha su gesto inicial, adusto y bruñido, para meter el micrófono donde nadie suele hacerlo, que es en las letrinas tras la henchidumbre y el mascoteo; así, LINCOLN, aparte de lo obvio, del deslumbrante trabajo de Daniel Day-Lewis, quedará como una estupenda lección de cómo, cuando existe la convicción de ello, los políticos pueden cambiar el curso de la historia. Este tiempo no es aquél, claramente, pero cualquier tiempo es susceptible de quedar bajo la mirada crítica... y prosperar.
Saludos enmendados.


6 comentarios:

David dijo...

Para mí, aprueba y con nota. Y tengo que volver a ver la peli (me gustó).
Dos cosas de las que dije en su día por Safari cuando vi la peli.

Lo que me hacía gracia mientras veía la película era pensar que al menos aquí los sobornos y la corrupción política empleada por Lincoln y su Secretario de Estado persigue un ideal que merece la pena. Algo bueno, noble. Por el contrario, en la realidad en la que vivimos, la corrupción política solo significa eso...corrupción política... y no busca nada más que enriquecerse en su propio beneficio. Y si Spielberg no duda en mostrarnos la corrupción política de aquellos tiempos, me da que es porque sabe que esto no ha cambiado con los años (en mi opinión, se ha multiplicado exponencialmente).

y


Hay un par de diálogos que ponen en boca de Lincoln cuando está conversando con el general Ulysses Grant después de que el Sur ha firmado la rendición que merece la pena leer:

"Que prevalezca la generosidad, no el castigo. No quiero eso." y

"Cuando llegue la paz, no todo tiene que ser ejecuciones."

Hay también una escena en la que Lincoln está firmando indultos para penas de muerte y otro personaje le "acusa" de firmar demasiados...

Y lo que me ha dado por pensar es que aquí teníamos a un dictador que lo que firmaba eran demasiadas penas de muerte y del que si se hiciera una película, nunca podríamos poner en su boca algo como lo que habéis leído arriba sin que moviera a una carcajada salvaje en aquellos que conocieran la biografía de semejante carnicero.


Un saludito.

Cinemagnific dijo...

Para mi también aprueba y con nota. Es tardío, pero Spielberg, cuando quiere, es plenamente maduro, serio y consecuente. El problema es que demasiadas veces no quiere.

Möbius el Crononauta dijo...

La he dejado pasar por circunstancias varias y ahora ya no está en los cines. No sé si esperarme a algún reestreno o algo.

en fin... nunca sabré el nombre de la rosa.

dvd dijo...

Lo que yo creo que más ha desconcertado al espectador menos avisado ha sido enfrentarse a un film de Spielberg basado, fundamentalmente, en el poder específico de la palabra. Si la hubiese dirigido otro habría tenido mejor aceptación, creo yo.
Este año han competido dos películas de similares características, ésta y ZERO DARK THIRTY; dos films en los que la palabra prevalece sobre la acción aun cuando su situación queda enclavada en momentos muy concretos en la dudosa historia bélica norteamericana... Sin embargo, los mejores diálogos, los más reveladores e innovadores, están en otro sitio. En THE MASTER, ninguneada en el certamen y para mí la mejor de todas las que competían... En fin...





Sandra Sánchez dijo...

No la he visto todavía, pero puede ser que a ver a Spielberg vayamos con ideas demasiado preconcebidas, y luego nos llevemos alguna sorpresa. Podria ser...no sé...
Saludos!

dvd dijo...

Esto es de lo mejor que ha rodado... y ha rodado mucho...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!