miércoles, 6 de marzo de 2013

Buscando problemas donde no los hay



A medida que uno va adentrándose en el juego que la Academia de Cine de Hollywood propone, en materia de nominadas a mejor película, para los oscar, no termina de quedar clara la verdadera intención de presentar un abanico tan amplio y heterogéneo si no es, pienso yo, por cierto gusto de muestrario, algo que resta verdadera emoción pero inocula poderío a una industria, no nos engañemos, que está de bajón continuo. Si nos topamos con "una de guerra", "una de políticos", "otra del Oeste", "la musical", "la rara", "la extranjera", "la de autoayuda" y hasta la inefable "de Spielberg", la inclusión de esta SILVER LININGS PLAYBOOK colma el apartado que podríamos denominar como "comedia romántica". Ahora bien, les prevengo de que casi todo lo que se supone que debe contener el film del irregular David O. Russell, o pasa de soslayo o simplemente ni está; y es que, o lo anteriormente conocido como "comedia" va cruzado con unas nada despreciables dosis de mal rollo o es algo salido de la factoría Apatow... y no es el caso. Esto, se supone, va de locos, desequilibrados, bipolares, personas inestables que, por si no lo sabían (y para eso está el cine yanqui), también merecen una segunda oportunidad en la vida. No les atosigaré con un montón de detalles que tampoco es que tengan mucha trascendencia, sólo puedo comentar que este "chico conoce chica" extrae su supuesto interés de ponerlo todo patas arriba (o más bien cabeza abajo) aprovechándose de dos personajes con problemas... ¿emocionales?... ¿psíquicos?... No queda bien definido, y por eso donde deberíamos reírnos guardamos un respetuoso silencio que no es más que corrección política; y eso está mal, porque un film con vocación de reírse de sí mismo no debe tener miedo ni al ridículo ni al rechazo, y, sintiéndolo mucho, aquí hay mucho de eso. Ni siquiera lo digo por apostar sobre seguro, el trío Cooper, Lawrence, de Niro ofrece más autoridad y respeto, pero no entiendo por qué, estando todos tan serios como estamos, el embrollo hacia el que va abocado su desastroso guion desemboca en una avalancha de gritos ensordecedores y, sí, absolutamente gratuitos. Los locos gritan, claro, pero no necesitan caerle bien a nadie para ser entendidos.
Saludos, locuelos...

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

El protagonista masculino además de bipolar es pedófilo, ¿no?, porque le saca 20 años a su novia.
Esta película es una de las más grandes estupideces de los últimos 25 años. Lo del concurso de baile final es de traca. Y lo del trauma de la chica?, el marido le va a comprar lencería sexy porque no follan... se la iba a poner él o qué?. Qué dislate.
Lo que les faltaba a los del PP, que les den más argumentos para recortar el gasto en Sanidad, porque la moraleja de esta película es que la mejor terapia para curar a un loco es ponerle a bailar con otro loco.

dvd dijo...

Yo no le veo mucho sentido, pero seguro que hay quien le parece incluso graciosa. Ya digo, no tengo ni idea de si es una comedia o qué carajo... La de mañana sí es buena, puedo asegurarlo...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!