martes, 3 de julio de 2012

Por qué hacemos lo que hacemos



El título no es pregunta, sino, efectivamente, afirmación ¿Por qué los seres humanos nos seguimos chocando de frente con nosotros mismos? Entre nosotros, contra nosotros. Un sinsentido que parece resistirse a ser erradicado y que es como una pesada losa que nos mortifica, que no permite que seamos felices aunque su remedio nos petenezca sólo a nosotros. Y es que bajo las subyugantes imágenes de KÖRKARLEN (LA CARRETA FANTASMA), gran obra maestra del realizador sueco Victor Sjöström, importa menos la monocausa impar del condenado a conducir el carromato destinado a recoger las almas de los muertos, como la idoneidad del momento preciso y decisivo, el que marca el destino. Así, y teniendo en cuenta la importancia que para Ingmar Bergman, alumno aventajado de Sjöström, tenía la reflexión sobre el imparable paso del tiempo, nos encontramos primero con la inconsciente iniquidad de David Holm, alcohólico que disfruta fustigando a su propia familia, para seguidamente arrepentirse cuando su hora ha llegado. No es tanta venganza o reprimenda, como sí un frío discurso sobre la fugacidad humana, de lo poco importantes que son sus cuitas al lado del implacable y paciente reloj de arena. Evidentemente, para un film ya cercano a los cien años, sus hallazgos visuales (el juego de fotogramas superpuestos al aparecer la carreta es simplemente apabullante) siguen siendo objeto de estudio y admiración, así como una puesta en escena tan sobria como milimétrica, o una grandísima dirección de actores, comenzando por el propio Sjöström, que borda un papel sumamente complejo. Sin embargo, el gran dardo que nos envía un film tan actual como KÖRKARLEN es, precisamente, el que nos inquiere acerca de nuestros actos, de lo idiotas que somos y cómo apenas podemos darnos cuenta de las consecuencias de nuestros actos. En este sentido, la parte final es un ejemplo de cómo el montaje queda a disposición de un crescendo emocional que en este fantástico film alcanza cotas de crispación casi insoportables. Un clásico con mayúsculas que ha sido lanzado hace pocos meses en DVD por  "Acontracorriente" y que a su recuperación inédita de metraje hay que sumarle unos edificantes comentarios del gran Jesús Palacios. Una joya.
Saludos fantasmales.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Bueno, La Carreta Fantasma (gracias por poner el título en español) es una de esas películas que me dejan sin palabras porque su grandeza me acompleja a la hora de intentar decir algo de ellas. Magistral, con un sombrío romanticismo folkórico, imprescindible, mejor que Ordet... y todo eso. Ah, y que la redención siempre es posible, ¿no?. Por cierto, ¿qué tal la banda sonora de esta edición de A contracorriente?. ¿Y la novela?, yo no la he leído.

dvd dijo...

Yo tampoco he leído la novela, así que no puedo decir nada. La música es la que compuso Matti Bye con motivo de la restauración (de momento definitiva) de la Filmoteca sueca en 1998, y que suena así de bien:
http://youtu.be/1mY8wAVcUps

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!