sábado, 21 de julio de 2012

Los tontos en una caja



No he visto aún las dos películas precedentes de Weingartner, pero puedo hacerme una idea de cuáles son sus líneas maestras, así como puedo arriesgarme a decir que éstas están sintomáticamente abocadas a una cierta "normalización" en base a la supuesta radicalidad de su discurso; que no es tal, sino que consiste en una especie de "manual antisistema para todos los públicos". Pensar, a estas alturas, que la confrontación con el sistema, la no aceptación de sus trampas mortales, pasa por ser activista hasta los 25, funcionario hasta los 50, liberal hasta los sesenta y reaccionario cuando los que tienen 25 ya son otros, no sólo es ridículo, sino lo que es peor, también es inocuo. En este sentido, FREE RAINER, cuyo subtítulo proclama "Reclama tu cerebro", pretende que en dos exasperantes horas nos traguemos que un tiburón de la televisión alemana, productor de telebasura con la que se ha enriquecido rápidamente, consumidor de cocaína, conductor de Porsches y poseedor de lujosas casas, aparte de amante de modelos de usar y tirar, va a convertirse en un antisistema convencido sólo porque (oooooohh, qué casualidad...) una joven empotra su coche contra el Porsche, en un incomprensible intento de asesinato. La joven quería matar a un tipo que según ella es poco menos que el diablo, y en el hospital este tipo no sólo deja las drogas y se convierte al vegetarianismo, sino que entra en contacto con los amigos de la chica y les propone cambiar su concepción de la televisión, así que crea un programa netamente cultural e independiente; por supuesto, el programa es un fracaso y Rainer es despedido de la cadena, así que va un paso más allá y, reclutando a parados y vagabundos, idean un plan para "infiltrarse" en el oscuro mundo de las cuotas de pantalla, manipulándolos y distorsionando la realidad, de forma que el share publicado, y para que nos entendamos, ascendiera al número 1 los documentales de la2 y dejara por los suelos a Salsa Rosa... ¿A que no se lo creen? Yo tampoco.
Saludos de un tipo que simplemente no ve la televisión.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!