viernes, 24 de febrero de 2012

Rock&Roll



Me apunto el tanto. Cuando nadie hablaba de Enrique Urbizu yo me descosía los molares por cada taberna desglosando las maravillas de su cine, tan increíblemente alejado de la bazofia inodora e incolora que año tras año se produce en éste nuestro país. NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS es cumbre, poesía, intención, zafiedad y dulzura de la mano y caminando por un mundo devastado, dolorosamente real. Es, pero no es; parece, pero luego te da el guantazo y tienes que rebobinar en tu maltratado disco duro. Y no, no es una película "de género" más, es un complejísimo estudio del estado de las cosas; Santos Trinidad es el hombre de otro tiempo, de otras costumbres, de otro país si me apuran, y tampoco la España del chorizo y los tasadores es un país para viejos, ni siquiera para rockeros como él. Trufada de imágenes inolvidables, imborrables, el motor que mueve esta barbaridad es un inteligentísimo juego de contrastes rechinantes, incómodos; a Urbizu apenas le interesa narrar con claridad (¡gracias, gracias por no tomarnos por imbéciles!), prefiere ir soltando los detalles y que el espectador se esfuerce en dar con el alma de cada escena. Trinidad es un cazador, se le ha escapado una presa y debe eliminarla; no es consciente de lo que desenredará después, y todo es por pura casualidad, pero no es menos cierto que, casi invocando una máxima matemática, en el cálculo de probabilidades, la frecuencia podría acercarnos a la verdad, aunque sea, como aquí, a empellones. Alcohólico, desafiante, fantasmal, fuera de este mundo, de todos los mundos que usted y yo conocemos, Santos Trinidad no quiere halagos, ni amigos, sólo una copa más bailando en el abismo; están Ferrara y Keitel en la retina, por supuesto, pero hay algo más, porque el aspecto realmente decisivo de esta película (y de todo el cine de Urbizu) son esas miradas, miradas de western que hacen innecesario cualquier línea de diálogo. En esa vorágine de miradas existe compasión, pero también venganza, la de quien, sin decirlo, gana su última batalla, porque la vida, desgraciadamente, no es como le gustaría que fuese a la juez Chacón, sino como Santos Trinidad "sabe" que es, y no hay más. Existe "el buen mundo", el mundo donde los puticlubs no huelen a desinfectante y la gente no conduce borracha, el mundo en el que los helicópteros son pilotados por gente a quienes les importamos, el mundo de la legalidad, el mundo donde no hay terroristas, ni extorsionadores, ni traficantes, ni asesinos, sólo buenos policías, funcionarios del orden vendido por televisión... Y luego está Santos Trinidad...
No se la pierdan, porque es una obra maestra absoluta...
Sí hay saludos para los buenos cinéfilos.

8 comentarios:

David dijo...

Bueno, bueno... Obra maestra absoluta es como mucho-mucho, ¿no? Eso mejor lo dejamos para esa de Navidad en la I Guerra Mundial que tanto te gustó.
A ver... A mí me gustó más La caja 507, y esa me pareció una peli que estaba bien, sin más (como esta).
Mira... ya que te ha gustado tanto, a ver qué apuntas tú... Una cosa que discutíamos en otro blog.
¿por qué inicia la matanza en el puticlub?
a) Porque le da el telele
b) (la que apuntaba yo; pero es sólo una posibilidad)...Está suficientemente claro para mí, pero aquí puede venir Michel Gaztambide y decirme que estoy equivocado.. si le pega la hostia al del bar y se lo carga desencadenando el tiroteo que sigue es porque tenía una rencilla personal (personalísima, más bien) con él. Y el detalle de que le tiemble la mano y se le caiga el vaso no responde a su alcoholismo, sino a encontrarse con ese "pasado" sin resolver que había dejado en Colombia (te he copiado más o menos lo que apuntaba allí).
Pero no tengo ni idea, ¿eh? Allí hablábamos también de otros asuntos que la peli no resuelve (porque no quiere)
Por si te interesa: aquí
Ah! Y digo lo mismo que allí. Yo me lo he pasado mejor con Sherlock.
Un saludo.

dvd dijo...

Yo no puedo entrar en una discusión de valores porque aquí me reconozco totalmente imparcial. Urbizu me parece la única esperanza del cine comercial español, su gran renovador por supuesto, así que no sé qué más apuntar al respecto. El comienzo de la película posee un aroma irresistible, de película grande de las de antes. Todo el preámbulo en el bar, con la tragaperras y el camarero barriendo... La vida es así aunque no nos guste; y cuando sale el helicóptero (el ruido), ya estamos en otro nivel de narración, Trinidad aúlla como un perro y desafía como un lobo, y algo va a hacer, así que engarza otra vez con la imagen del puticlub. A mí me gusta pensar otra cosa, me gusta pensar con las tripas, que Trinidad sólo quiere tener bajo control a lo que él considera escoria, basura que no merece mejor suerte que una alimaña. Claro que luego está toda la historia apuntada de las FARC y el pasado de Trinidad en Colombia, pero todo es mucho más desolador si carece de un motivo que no sea la propia supervivencia. Es igual que en TENIENTE CORRUPTO, el problema más gordo que tiene Keitel es que ha apostado y ha perdido; podría intentar arreglarlo con sus influencias, pero acepta que ha perdido y se abandona. Es una apreciaión mía, claro; y mantengo lo de la obra maestra, sin entusiasmo estamos muertos... Un saludo...

David dijo...

Yo por obras maestras tengo otras, pero me parece bien que tú escojas esta, ¿eh?
(a mí es que no me entusiasmó)
Yo prefiero pensar que responde a una cosa del pasado no resuelto, porque si es lo que tú apuntas, me parece un hijodeputaimpresentable y me cae mucho peor como personaje, claro.

dvd dijo...

Urbizu lo explica perfectamente. Viene a decir que el mayor valor de la película es la disyuntiva en la que embarca al espectador, porque se ve obligado a aparcar sus "gustos" y ponerse del lado de un tipo que les parece despreciable. Dicho lo cual, me parece magnífico como propuesta en un aseado panorama cultural, repleto de personajes planos e insulsos...

Mister Lombreeze dijo...

También hay algo de Torrente.

Coronado está muy sosín y casi todo su curro actoral se basa en el desaliño, porque sí, el look está muy logrado. El comienzo es genial, lo mismo que el final.
En medio me quedo con la jueza que es el yang o el ying de Santos. L
os secundarios los encuentro poco desarrollados y los copazos de Santos son redundantes. Es una buena película, lo que no es poco sobre todo en el cine español.

A Santos le falta alguna escena más para que luzca su chulería desencantada.

Yo tampoco soy de dosificar lo de "obra maestra". En eso te alabo el gusto.

David dijo...

Pues no, chicos, no. Lo de obra maestra es mejor dosificarlo...porque luego llega una de verdad que deja bien clarito que algunas están bien pero no lo son y entonces qué hacemos...¿obra requetemaestra?
Tengo un amigo que tenía una revista de reseñas de tebeos... Se encontraba con un problema, y era que demasiado a menudo, todos los tebeos (cuando eran buenos)...terminaban siendo "imprescindibles", "obra maestra", etc, etc... Y claro...les dijo a sus colaboradores que eso no podía ser...que no podía haber tantas obras maestras, y que a ver qué iban a decir cuando llegara una de verdad. Entre tanta obra maestra, iba a pasar desapercibida.
En eso, no estoy de acuerdo.

Mister Lombreeze dijo...

@David, para eso existe otro término "película acojonante" que es como mucho más potente. Y luego está el top que es "película favorita".
En cuanto a lo de Santos, para mí está clarísimo que la masacre del prinicipio está motivada por una neura que le da en ese momento que es en el que está más cerca de tocar fondo que nunca (quizás porque odia a los sudamericanos por el "incidente" con sus compañero). Se le va la pinza y se carga a todo cristo. Precisamente por eso me parece un comienzo tan cojonudo.

dvd dijo...

Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con Lombreeze, por eso lo que menos me interesa es el rollo de que estuvo en Colombia en los Cuerpos Especiales; un personaje tan perfectamente construido como Trinidad no necesita explicaciones, y en ese aspecto, el tío Pedro de LA VIDA MANCHA es aún más fascinante, porque no se sabe de dónde sale ni a qué se dedica... ¡puro western, vamos!...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!