domingo, 12 de febrero de 2012
Rincón del freak #55: Los mamporreros contra... cualquiera que se ponga por delante
A ver. Confieso que antes de ver THE EXPENDABLES albergaba un par de dudas razonables que, queramos o no, contribuyeron a que no me arredrase a la hora de ver esta bazofia. Lo primero era comprobar de primera mano qué diablos podía haber movido (aparte del tema monetario, claro) a Sylvester Stallone a hacer una versión idiotizada de El Equipo A en pleno Siglo XXI y con la que está cayendo. La otra era también una mera constatación; la de que si pones a quince malos actores juntos la unión no hace la fuerza, sino que siguen siendo quince malos actores juntos. Tan obscena como ver en familia "¿Quién vive ahí?", THE EXPENDABLES tiene una única idea, una sola, y transita por esa senda a lo largo de 100 insufribles minutos en los que, yo al menos, sólo tuve una cosa clara: según esta película, ser macarra es bueno y saludable; patear la nariz de la gente reduce el colesterol y además, si tu novia se va con otro porque tú estás matando chinos, se le pega una paliza y punto... al tipo, no a la chica... Salen todos los posibles, aunque yo eché de menos a Chuck Norris y a JCVD; Schwarzenegger sale un par de minutos y al pobre Mickey Rourke (puede que lo único mínimamente salvable) lo dejan en un rincón de un garaje arreglando motos. Estos mercenarios disponen de jet privado y todo, están forrados y se la suda que tú tengas problemas terrenales tipo "pagar la hipoteca" o "llevar a los niños al cole"; ellos veranean en súper resorts con un par de putas recauchutadas y desayunan tortilla de esteroides; sí señor, todo un ejemplo de lo más edificante. Por último (extenderme es de todo punto inútil), supongo que alguno de ustedes, que son mucho más avispados que yo, podrá explicarme quién demonios era el malo. Sí, ya sé que el malo era Eric Roberts, pero ¿por qué? ¿Por qué estaban estos tipos de reyerta continua? Qué gente más rencorosa, por dios...
Saludos que no tienen precio.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
5 comentarios:
Autohomenaje en plan humorada-chorra con lo más granado del cine de acción ochentero y sueño húmedo de los freakie fans viejunos de ese cine caducado.
Lo "mejor" la resurrección de Dolph Lundren (se escribe así¿?) y la secuencia cumbre con los tres "grandes" compartiendo plano.
Si tienes más de 30 años y no viviste tu infancia-adolescencia incomunicado, tienes que verla... aunque sólo sea para rajar hasta despacharte a gusto.
Vale, pero es mu mala... mu mala... mu mala...
Un auténtico truño.
Y They were expendables tampoco es de mis favoritas de Ford (esta no la he visto, y no creo que lo haga).
NO ERAN INVENCIBLES, del maestro Ford; maravillosa película, y muy olvidada. Tengo que verla otra vez, sin duda...
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