domingo, 28 de noviembre de 2010

Rincón del freak #4: El thriller yanqui con trama médica e ínfulas apocalípticas






Hoy, otra lindeza extraída directamente desde las catacumbas más profundas del DVD de garrafón ¿Se acuerdan ustedes de una peli que se llamaba VIAJE ALUCINANTE? Allí se nos contaba la descabellada peripecia de un grupo de científicos que se miniaturizaban hasta quedar a la altura de un  microbio y así penetrar en el torrente sanguíneo de un señor ¿a que es la leche? Bueno, pues el otro día me di de bruces con un producto de categoría triple Z (es decir, lo peor de lo peor) que además, para no romperse mucho el coco, extrae su vomitiva línea argumental (por llamarlo de alguna forma) del original film de Richard Fleischer. No me extenderé demasiado porque no merece la pena, pero mi reflexión es la siguiente: estoy seguro de que, por tratarse de 1966, Fleischer contaba con un presupuesto muy inferior incluso al de esta gilipollez; sin embargo, su desbordante imaginación, además del fantástico trabajo de fotografía de Ernest Laszlo, conseguía reproducir el interior de un cuerpo humano con atrezzo, luces estroboscópicas y mucho plástico en fibra. Cuando yo me refiero a la era de los efectos digitales como aberración, lo hago desde la perspectiva de que si éstos no mejoran el trabajo artesanal su uso es eso: aberrante. Así que no tiene sentido desperdiciar tiempo y dinero para ver fondos de pantalla y power points sobre los que Lance Henriksen se esfuerza en no cometer el mayor de los ridículos... Ah, bueno ¿que ni siquiera les he dicho cómo se llama esta cosa?... ANTIBODY; así que de nuevo quedan avisados...
Saludos víricos.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!