miércoles, 24 de noviembre de 2010
La vida es una tómbola
IN THE LOOP es una de esas películas que, pese a contar con un equipaje más que sobrado para convertirse en la conmoción del año, increíblemente se queda a mitad de camino de casi todo lo que propone, para quedarse en poco más que un telefilm (episodio piloto, más bien) de lujo. Me refiero a esas cuidadas y muy reivindicables producciones que la BBC lleva explotando desde hace cuarenta o cincuenta años y que debería servir de espejo (hubo un tiempo en que así fue) a nuestra aborrecible e insalvable televisión. Sin embargo, Armando Iannucci, joven e inexperto realizador proveniente de la televisión británica, comete "el gran error": cine no es TV; jamás, no tiene nada que ver. Pueden complementarse ambos medios, pero lo que funciona en la pequeña pantalla necesita algún ingrediente más en la grande. IN THE LOOP es como "El ala Oeste de la Casa Blanca" mixturizado con la mala baba de Monty Python y cohesionado con un montaje enérgico que trata de enfatizar una cascada de diálogos a cual más ácido, que al final es lo poco salvable (por separado, eso sí) de un discurso que se quiere hacer importante desde la parodia pero nunca termina de despojarse de su aura de broma privada. Hay un malentendido a nivel internacional que es aprovechado por mentes perversas para accionar el dispositivo "War", así que un grupo de políticos británicos han de viajar a la Casa Blanca para iniciar un proceso diplomático; todo se volverá del revés, mientras cada cual se encarga de poner de manifiesto su incompetencia total. E insisto: si hubiese sido un pequeño episodio televisivo, IN THE LOOP habría ganado, pero al querer redondearse a sí misma naufraga en un mar de sketches y retruécanos verbales, que la van desinflando hasta un final en el que, francamente, nos importa un pepino si tiran la bomba atómica, si el ministro de Exteriores se tira a la de Interior o si por allí pasaba James Gandolfini vestido de militar. Una lástima, porque su desconcertante inicio nos remite directamente a aquella obra maestra que es DR. STRANGELOVE, OR HOW I LEARNED TO STOP WORRYING AND LOVE THE BOMB; pero eso eran palabras mayores y esto una travesura para pasar una tarde.
Saludos globales.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Muy flojita bajo mi punto de vista, muy, muy desilusionante. A años luz de ese humor que se le presupone en sintonía con la genial The Office.
Un saludo
Empieza bien, pero a la media hora te da exactamente igual de qué carajo estén hablando y por qué al Capaldi se le hincha la vena...
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