sábado, 27 de noviembre de 2010

Fuera de marco



Yo no sé qué les parecerá a ustedes, a día de hoy, un artefacto tan extraño y disonante como lo fue ALICE DOESN'T LIVE HERE ANYMORE; que la podía haber firmado una caterva tan bizarra como la compuesta por J.L. Godard, Max Öphuls, John Waters y hasta David Lynch. Sí, no me miren raro; lo raro es que la dirigiese Martin Scorsese justo cuando se le iban encendiendo las luces que habrían de alumbrar un par de años después TAXI DRIVER y delimitar la exacta dirección de su cine, tan reconocible hoy día. Ahora bien, convengamos que, antes que otra cosa, ALICE... fue un proyecto personal de una actriz a mi juicio de horripilantes maneras interpretativas, Ellen Burstyn, a la que se le metió entre ceja y ceja la obstinada idea de ganar un oscar a toda costa, cosa que logró, por cierto. ALICE... es un hiperactivo y expresionista retrato femenino que va dando bandazos desde la denuncia social hacia la comedia física, el drama de superación y hasta el vodevil... Sí, demasiado extraño, o quizá demasiado derivado, porque a lo mejor entonces todo esto carecía de importancia, pero treinta y seis años después nadie duda de la capacidad autoral de Scorsese y la libertad de movimientos necesaria (independientemente de presupuestos) para que ésta pueda desarrollarse adecuadamente. ALICE... se ve hoy día con una mezcla de estupor, curiosidad e indulgencia, que la han convertido en uno de los títulos menos reconocibles (y reconocidos) de su director y también uno de los más olvidados; una especie de "arqueología de los grandes maestros" casi de manual, libre de interpretaciones y más enfocado hacia la compilación exhaustiva de datos.
Saludos sin dirección.

2 comentarios:

Alamut dijo...

Es curioso. Ví esta película hace unos días por pura casualidad. La pasaban en un canal de TV que no recuerdo y la pillé en pleno comienzo. Me quedé pensando que era una película musical antigua (me gusta mucho el musical MGM de los 40 y 50). Mi sorpresa fue quien actuaba y, sobre todo, quien la dirigía. Al principio estaba completamente desorientda y a punto de irme a la cama. Pero me quedé y fue interesandome como una rareza inclasiflicable que jamás hubiera supuesto de Scorsese. Me alegro de ver que hay otros que pasaron por tal experiencia. Saludos y nos vemos.

dvd dijo...

Sí, es una de esas rarezas de encargo que Scorsese usó por aquel tiempo como lanzadera. Tiene cositas interesantes, pero es un título menor, sin duda...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!