Comienzo diciendo aquí que Blogger ha censurado (es la segunda vez que me pasa) la entrada del pasado viernes de este peligroso blog dedicado al siniestro arte de comentar películas. Lo digo por si alguien pensaba que me había pasado algo.
Dicho esto, vayamos con WEAPONS, enésima gran esperanza blanca de eso tan pesadito del terror elevado, que en realidad consiste en hacerte la picha un lío para contar las mismas tonterías de siempre. Porque no nos engañemos, que está todo inventado. O yo no me he enterado de nada, que también puede ser, porque lo que hace Zach Cregger es, ni más ni menos, ampliar sin añadir respecto a BARBARIAN, su anterior trabajo, cuya caprichosa estructura ya levantó opiniones encontradas. Y como no quiero desvelar más de lo necesario su argumento, me centraré en su naturaleza de "artefacto", un puzzle caleidoscópico que lleva a repetir los mismos motivos en un excesivo número de puntos de vista, que ralentiza su ritmo exasperantemente. Ahora bien, Cregger sabe crear incertidumbre, extrañeza, y además tiene la suerte de trabajar con excelentes intérpretes; por poner algún ejemplo, Julia Garner, Josh Brolin o Amy Madigan, que al menos aportan convicción a sus personajes, siempre al borde de la parodia. Es un artefacto, ya digo, demasiado obvio como para pensar que no es consciente de su propia naturaleza, pero lo salva la noticia de que su director trabaja ya en su continuación, una precuela, algo que se hace simplemente imprescindible para dar un poco de sentido a un film que termina deshilachado, incapaz de cohesionar su descabellada trama, con demasiados puntos de fuga, incoherencias a plena luz del día teniendo en cuenta la irritante fotografía de Larkin Seiple, porque hasta John Alcott iluminaba mejor con una velitas...
Nada, esperaremos esa necesaria continuación y que Blogger no se convierta en la inquisición de las redes, que este blog está a puntito de la mayoría de edad, ahí es nada.
Por cierto, el título se explica por una secuencia, ya al final, que puede verse sin sonido y añadiéndole la cabecera de Doraemon. Lo juro.
Saludos.
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