Controvertida la adaptación que John Schlesinger acometió de FAR FROM THE MADDING CROWD, la intensa y polémica novela de Thomas Hardy, que proteizaba la figura de su protagonista, la improvisada terrateniente Bathsheba Everdene, satelitelizando a tres hombres que encarnan las tres caras prototípicas del macho enamorado: el prudente, el entregado y el hijoputa. Y a este último lo interpretaba un magnífico Terence Stamp, en la piel del díscolo sargento Troy, el único de los tres que obtiene inmediatos favores de una Julie Christie que navega entre la niñata caprichosa y la mujer empoderada, sin la capacidad para valorar la honestidad de Alan Bates, un pastor que se pone a su servicio tras perder todo su rebaño, ni del potentado Peter Finch, probablemente el personaje más interesante de todos, un solterón rígido y distante, famoso por rechazar a cuanta mujer se le ha puesto por delante, pero que pierde la cabeza (y quién no) ante la señorita Everdene. No creo que sea la mejor adaptación que ha conocido la obra de Hardy, por su excesiva duración (casi tres horas), o el desigual reparto que se concede a sus cuatro protagonistas, porque en la novela existe un retroalimentación en el cuadrado imperfecto pero compensado.
Buena película, para nada un clásico.
Saludos.
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