martes, 25 de diciembre de 2018

Opresión y maldad



UNDER THE SHADOW es un curioso film, no por su naturaleza, sino más bien por su procedencia, pues si bien encontramos un ejercicio de terror psicológico ultraclásico, muy en la línea de lo que se empezó a poner de moda a partir de los años setenta, llama la atención que sea una producción iraní, que además no elude en ningún momento temas tan escabrosos como el interminable conflicto con el vacino Irak o la dificultad añadida de las mujeres para abrirse paso en una sociedad emponzoñada por el integrismo radical. El arranque así lo atestigua, con su protagonista literalmente aplastada por dos circunstancias: la rotunda negativa de la Universidad para dejarla retomar sus estudios de medicina, que aparcó por su militancia política, y la marcha de su marido, que sí es médico, a algún punto indeterminado del conflicto, dejándola sola con su pequeña hija en un Teherán que de tanto en tanto tiembla bajo las bombas iraquíes. Es en uno de esos ataques cuando la vida de esta mujer da un vuelco, cuando un misil se incrusta, aunque sin explotar, en el piso de arriba y provoca la muerte de su inquilino, al que ella se ve incapaz de salvar la vida. A partir de ahí, el guion se enrosca en una espiral de desconfianza vecinal y sucesos extraños, percibidos por la pequeña; el edificio va desalojándose poco a poco, y apenas quedan ellas dos, quizá como un gesto de rabia y orgullo de una mujer de abierta mentalidad occidental, que no cree que ninguna presencia maligna se haya corporeizado en el destrozado piso de arriba. A medio camino de títulos tan reconocibles como POLTERGEIST o EL ENTE, UNDER THE SHADOW es una película modesta, sin grandes alardes técnicos y que administra sabiamente sus escasos momentos de terror puro, abogando más por la creación de una atmósfera opresiva, con metáforas tan potentes como el techo resquebrajado que la mujer se empeña en cerrar apenas con cinta adhesiva. Así, ese Irán queda retratado desde la íntima perspectiva de un edificio semiabandonado, reflejo de una sociedad inhabitable y desesperante.
Muy buen film de debut de un director al que merece la pena seguir la pista.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!