jueves, 15 de diciembre de 2016

Postulados para la violación de la realidad #10



Un periodista, visiblemente azorado, se dirige en taxi, y acompañado de dos policías, a un barrio residencial. Por el camino explica que van a detener a un hombre que ha suplantado la identidad del director de cine Mohsen Makhmalbaf, con motivos difusos aunque sospecha que con intenciones lucrativas al fingir un rodaje en el domicilio al que van.
Ésta sería la descripción argumental de CLOSE-UP, de Abbas Kiarostami. Pero ¿qué película nos están contando exactamente? ¿Estamos percibiendo con claridad la trama que es casi de intriga, el del extraño caso de un suplantador que quiere rodar en un domicilio familiar? ¿El posterior juicio, donde el acusado se sincera? Se trata de un pobre hombre, normal y corriente, pero que siente en sus venas el impulso irrefrenable de ser, aunque sea fugazmente, un artista. Sus intenciones no son más que esas, y por tanto cuánto más difíciles de entender. Y Kiarostami nos muestra todos esos "primeros planos", la compleja actividad de quien debe atender cada rincón de la realidad, y la cámara tanto se vuelca en la confesión ante el juez como se abstrae mientras un "insignificante" bote de spray contra cucarachas rueda calle abajo, porque el taxista le ha dado una patada mientras espera a que la detención se produzca. El desenlace no puede ser más esclarecedor: el arrepentido suplantador, el fracasado aspirante a director de cine, se encuentra con el verdadero Makhmalbaf, en una motocicleta se dirigen de nuevo al domicilio del agraviado para presentarle definitivas excusas. Le regalará una maceta con unas flores...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!