lunes, 5 de diciembre de 2016

La ética de lo inhumano



Siempre he mantenido una postura lo suficientemente perversa y desarraigada respecto al ejército y su significado como para pensar que es esa mano armada la verdadera causante de las guerras, y no tanto sus generales y comandantes. Que es esa aceptación fría e inhumana de ejecutar una orden sin cuestionarla la que tiene como consecuencia que la aniquilación del oponente sea el único camino para el triunfo de unas ideas, sociales o políticas, que en puridad deberían ser consideradas como inválidas desde el mismo momento en que no pueden sostenerse sin la violencia. Lo que Jean Luc Godard rodó en 1963 es, ni más ni menos, la puesta en escena de una "sociedad sin sociedad" en la que todo ocurre con la impunidad de quien lo somete todo al juicio de las armas y la fuerza. LES CARABINIERS es, sin que haya mucha violencia explícita, probablemente uno de los films "bélicos" (y habría que andar con mucho cuidado para no resbalar con esta aseveración) más violentamente desoladores de los que el cine se ha servido para arremeter contra la sinrazón de la "razón" militar; una perversa fábula en la que cada átomo de diálogo, cordialidad y entendimiento queda instantáneamente destrozada por una bala o una bomba. Godard ha sido, me parece a mí, el director de cine que se ha expresado con más cruda franqueza y mejor ha sabido exponer lo que todas las sociedades saben pero son incapaces de reconocer. A día de hoy, cuando el abismo que separa a los países que viven "en paz" y los que viven "en estado de guerra permanente" es más lejano que nunca, tratados como éste se hacen no ya necesarios a revisar, sino simplemente urgentes e imprescindibles.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!