martes, 4 de octubre de 2011

El sitio adecuado



El problema de una película como LONDON RIVER no proviene de su valor cinematográfico, que es mucho; ni siquiera de su mensaje moral, tan bienintencionado como necesario en estos tiempos tan deshumanizados. El problema de este film es, por extraño que pueda sonar, saber cuál es su lugar concreto, para no ir más allá de lo que puede ir y no crear malentendidos que, finalmente, irían en su perjuicio. Hablo del formato televisivo, del británico más concretamente; y es necesario porque la televisión británica lleva años impartiendo clases magistrales sobre esta dicotomía, cosa que aquí, en esta televisión tan lerda que sufrimos, somos incapaces de darnos por enterados. A su favor, LONDON RIVER tiene la honestidad con la que aborda un espinoso tema, el del espantoso atentado de Julio de 2005, trasladándolo de su inevitable cosmogonía, y posterior epifanía, a uno de los muchos aspectos derivados del mismo; en este caso, los prejuicios raciales. En lugar de sembrar la narración de lugares comunes, Bouchareb coloca a sus personajes en el sitio más inhóspito posible, para que los entendamos, para que evitemos juzgarlos con alevosía. Y los personajes (los actores) son lo mejor de una película que, a fuerza de ser correcta, arriesga menos de lo que podríamos suponer. Ella es una típica housewife británica, viuda, que vive en su preciosa y tranquila casita de la campiña; él acaba de llegar de África con su desgarbado y extraño aspecto, sólo chapurrea inglés y no conoce a nadie. Ambos han acudido desesperados al lugar de la tragedia porque sus hijos estaban allí y no saben nada de ellos desde entonces. Así, lo que podría haber quedado en un lacrimógeno relato de la tragedia se convierte en un cara a cara entre dos culturas totalmente contrapuestas, y sin embargo condenadas a entenderse. Pese, ya digo, a su irregularidad, LONDON RIVER se ve de un tirón sin mayores problemas, aparte de descubrirnos a una actriz prodigiosa (Brenda Blethyn) no achantarse ante esa figura cuasimítica y apabullante que es Sotiqui Kouyate. Algo podríamos aprender... en todos los sentidos.
Saludos fluviales.

2 comentarios:

Cinemagnific dijo...

Interesante. Me encanta el cine social intimista. A verla.

dvd dijo...

Tiene más de Leigh que de Loach, lo que dice mucho y muy bueno de ella...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!