miércoles, 23 de marzo de 2011

La Reina del Nilo



Sí, ahora somos todos muy listos y sabemos muchas cosas gracias a la bendita tecnología; por ejemplo, que Cleopatra, quizá el símbolo más imperecedero del Antiguo Egipto, era bajita, feúcha y patizamba... No sé ustedes, pero yo prefiero seguir siendo un ignorante (que en mi caso será para siempre) y me quedo con Elizabeth Taylor, que elevó a la reina a la categoría de diosa, icono, este sí ya imborrable, de un cine del que ya no queda absolutamente nada. Problemas de producción y montaje aparte, lo cierto es que esta monumental película de cuatro horas ha quedado para la historia del séptimo arte como un ejemplo de poderío visual y control dentro de su inabarcable desmesura. Mankiewicz fue el encargado de ponerse a los mandos de una superproducción que iba a marcar el punto de no retorno por el que se despeñaría aquel Hollywood dorado, un rodaje impensable hoy día y que por poco no dejó a la Fox en la ruina absoluta; sólo la repercusión que poco a poco fue tomando el film, sus nueve candidaturas en los oscar y su excelente reparto (indispensable reclamo de la época) sacaron a flote esta CLEOPATRA, sencillamente una de las mejores películas históricas de toda la historia, valga la redundancia. Hablamos de un sensacional Richard Burton encarnando a un brutal e irresistible Marco Antonio; hablamos de Rex Harrison como el mejor Julio Cesar que he visto en pantalla (es una apreciación meramente personal, ya saben). Pero, qué carajo, CLEOPATRA nunca habría sido nada de lo que luego ha logrado ser sin Elizabeth Taylor y su interpretación hecha deidad, presencia más allá de lo que a veces pueda significar el cine; un rostro icónico, quizá la única y verdadera Cleopatra que nuestra maltrecha educación sentimental acogerá por siempre. Ella lo merecía, y estos tiempos tan inciertos también, por supuesto. He aquí el ínfimo homenaje a esta superestrella de Hollywood, puede que la última que quedaba viva; súmese a los millones que recibirá merecidamente de aquí en adelante.
Saludos faraónicos.

6 comentarios:

Bruja Truca dijo...

Cleopatra fue la pelicula que me hizo interesarme por el cine. Y Elizabeth Taylor la actriz que me hizo interesarme por el cine clásico.
Hoy estoy shof...Se nos ha ido una grande, muy grande.

ATTICUS dijo...

Nuevo por aqui y por una causa que no me hubiera gustado que fuera,pero bueno hasta en eso era grande Liz,capaz de unir a la gente
por su enorme belleza y talento.

Möbius el Crononauta dijo...

Bonito homenaje a una de las grandes.

Nunca habrá otra como ella.

Saludos

Cinemagnific dijo...

Descanse en paz esta grandísima.

atikus dijo...

Sin duda, me quedo con Liz como cleopatra en lugar de la que comentas bajita etc..seguramente la version del 2012 será así (con una reina fea)..por eso me gusta el cine clásico jeje...incluso nos podríamos pasar a la versión en B/N con claudette colbert, el caso es soñar...para realidad ya tengo bastante con la crisis en Portugal, la guerra en Libia o las desgracias de Japón...¡viva el Cine!

dvd dijo...

Hombre, qué alegría, Mr. Finch... Aunque sea en tristes circunstancias... ¡rebienvenido otra vez!...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!