domingo, 20 de marzo de 2011

Rincón del freak #19: "Es estupendo estar contentos y tranquilos mientras todo se va al carajo"



Benito y Carolo son dos freaks de cuidado. El primero conduce un R12 (!!) amarillo y lleva unas muletas para aparcar en zona de minusválidos; el segundo viste trajes verdes y hace playbacks de viejos musicales en su casa. Ambos tienen un sueño: hacer una película. El problema es que necesitan a una estrella como partenaire de Carolo, así que, sin pensárselo mucho, raptan a Amanda Castro, una actriz de turbio pasado y oscuro presente que mantiene a flote sus neuras con cocaína y whisky. Este improbable equipo se planta en una apartada casa de campo, propiedad de la familia de Benito, y se dispone a iniciar el rodaje de "Un mundo para nosotros", una especie de musical en Súper 8, al más puro estilo "Ed Wood". Las reticencias de Amanda Castro y las extravagancias de Benito y Carolo, psicópata obsesivo el primero y cándido y apocado el segundo, conformarán el núcleo de OBRA MAESTRA, la segunda película de David Trueba como director; un intermitente y desaprovechado intento de comedia bufa de tintes inquietantemente desestabilizadores, un poco a lo LA GRANDE BOUFFE, pero en exceso lastrada por su demencial reparto. Primero porque ya tener a Santiago Segura haciendo de sí mismo es una concesión al exceso autoindulgente; mejor sale parado Pablo Carbonell, un pobre hombre sin espíritu ni seso, pero cargado de sueños e ingenuidad. El otro problema es Ariadna Gil, pero aquí no hay nada que hacer, porque en este país llevan casi veinte años metiéndonos con manga pastelera que es actriz y de las buenas; de las relaciones erótico-sentimentales me guardo la opinión, porque podría extrapolarlo todo y terminar hecho una furia, y es Domingo y no merece la pena. En fin, una tontería sin aristas, ideal para un día sin ganas de pensar y que perfectamente podría haber filmado treinta años antes un Mariano Ozores de la vida, con Pajares y Esteso secuestrando a Mirta Miller, por ejemplo ¿me siguen?... Pues eso.
Saludos magistrales.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!