martes, 8 de marzo de 2011

La verdad del asunto



No sé si será la obra definitiva sobre Bob Dylan, es difícil afirmarlo tratándose de una de las biografías más intensas y extensas de la historia de la música, pero puede que NO DIRECTION HOME: BOB DYLAN-A MARTIN SCORSESE PICTURE sea lo más aproximado a un documento fidedigno acerca de la vida, obra y milagros del genio de Minnesota; casi 300 minutos de archivos que parecían guardados celosamente en algún lugar de algún sitio y que nadie, excepto Scorsese, ha logrado reunir y montar debidamente, esto es: narrando, revelando, dando la palabra a su protagonista y no yéndose demasiado por las ramas. Lo cierto es que NO DIRECTION HOME, de tan riguroso, parece hermético, como un documental más; sin embargo, Scorsese, como el gran mago que es, consigue el milagro y ofrece un espectáculo tremendamente entretenido y fiel, que pasa en un santiamén y que no hace más que confirmar lo que ya sabíamos: Dylan es más grande que su propia circunstancia como artista. Dan testimonio de ello sus idas y venidas por el Greenwich Village de principios de los sesenta, la admiración (curiosidad) que despertaba entre la flor y nata intelectual-bohemia de entonces; sus míticas participaciones en pequeños festivales de folk por todo el país; minirecitales a lomos de una vieja camioneta y un único micrófono; su amistad con Pete Seeger, la leyenda de Woody Guthrie; sus diferencias con casi todo el mundo que parecía "cogerle el punto" para luego acabar despistado por su enésima incarnation; la locura eléctrica; las interminables horas ante la máquina de escribir... Y un deseo grande y fuerte como una montaña, lo único capaz de forjar la voluntad de un hombre común por divulgar su pensamiento, su obra; un deseo que Dylan sólo muestra a medias, celoso de una intimidad que pocos conocen y que constituye el verdadero valor de un film que con los años se convertirá en una obra capital para comprender cómo y cuándo empezaron a cambiar los tiempos.
Saludos desnortados.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!