jueves, 16 de abril de 2009

Una montaña rota por detrás

Literalmente, es lo que vendría a significar BROKEBACK MOUNTAIN, lo que no dejaría de ser risible y hasta molesto. Así que más vale adentrarse sin prejuicios en una historia minimalista y fascinante, que triunfa cuando se deja llevar por el tierno salvajismo de esa improbable historia de amor y libertad, pero patina irremediablemente cuando necesita aire fresco e introduce nuevos personajes y motivos. Así, pasará mucho tiempo hasta que olvidemos esa brutal y estremecedora escena iniciática en la que ambos vaqueros se encuentran en la tienda de campaña, con una pavorosa luz rojiza y todo el poder de la naturaleza bullendo fuera de campo; pero ¿alguien se acuerda exactamente de alguna frase o momento memorable justo a la hora de que esto ocurra? Yo aportaría el espantoso bigote que Ang Lee le planta a Jake Gyllenhaal y el no menos jocoso vestuario "dollypartoniano" de Anne Hathaway... en fin, cosas menores, pero que hablan a las claras sobre la imposibilidad de Lee, autor de excelentes espacios cerrados, de expandirse más allá del núcleo central del film, a la manera de un Coppola o un Kurosawa (y no miento a Ford porque tendría que dejar la reseña aquí mismo), por lo que la película, de unos primeros cuarenta y cinco minutos fulgurantes y hasta reveladores, se desguaza ella solita a base de localistas imposturas que logran que nos olvidemos de que la pasión no entiende de sexos ni roles, sólo de riesgo y valentía.
Me sorprendió (gratamente) que ganara en su momento tres oscars y logrando, por otra parte, algo que no suele ocurrir en demasiadas ocasiones, como es llevarse el de mejor director y perder sin embargo el de mejor película a manos de uno de los peores films que haya podido ver el que esto escribe, pero entrar en esas menudencias es algo que me aburre más que el zapping de medianoche.
Saludos vaqueros.

4 comentarios:

Eduardo dijo...

Cual fue el que ganó? No me acuerdo y en el trabajo no puedo ir a la wikipedia. RAYOS!

pon dijo...

Crash.

Kinezoe dijo...

Una película que, aunque parezca increíble, aún no he visto. Y tampoco es que arda en deseos. A priori, no me atrae demasiado. Poquísimo diría yo.

Capri c'est fini dijo...

Hummm me decepcionó profundamente... Me dio mucha pena que no estuviera a la altura de las expectativas que tenía. Preciosos paisajes, historia heterodoxa pero a la vez jugando con el tópico del gay muy macho... Eso sí, la vi en una sala que no dejó de llorar.

Un abrazo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!