martes, 7 de abril de 2009

El terror sí tiene forma

Cada vez tengo más claro que voy a tener que echar el resto con John Carpenter, un director con el que choco frontalmente y al que no logro aprehender en su esencia. A veces me fascina y otras me irrita; y no sé si lo suyo es categoría o chabacanería... francamente que no lo sé.
Pero hay algunos films de Carpenter que simplemente me fascinan. Y me fascinan por lo fácil que hace el tío lo que a otros les cuesta una enormidad que nos creamos. Puede ser porque, pese a no haber filmado nunca un western explícito, podríamos afirmar que precisamente no ha parado de enmascarar este género con otros géneros (terror, fantástico, aventuras...), lo que le ha servido para dotar de enjundia a productos que, como digo, en otras manos no hubiesen pasado de meros serie B olvidables.
Y uno de esos títulos que no me canso de ver es THE THING o la cinta de terror perfecta ¿Por qué? Pues porque no abusa de los tópicos, hace suyos todos y cada uno de los tópicos del género, les da la vuelta y los vuelve contra el espectador, lo descoloca. THE THING es el remake de THE THING FROM ANOTHER WORLD, otro clasicazo de los cincuenta, sólo que Carpenter espectaculariza el resultado con unos efectos especiales (cómo me gustaban esas dos palabras) simplemente apabullantes ¿por qué? Pues porque no habíamos visto nada igual antes, cosa que no ocurre con los soporíferos efectos digitales, que acaban por convertir el cine en un videojuego. En THE THING no sólo el terror explícito está garantizado sino que, encima, Carpenter lo borda con un ejercicio de estilo que remite a obras maestras como JOHNNY GUITAR o THE MAN WHO SHOT LIBERTY VALANCE, donde nada es lo que parece y los personajes son constantemente sometidos a una asfixiante presión psicológica de recelo y desconfianza. Nadie sabe quién está infectado por esa cosa sin forma definida, por lo que el espectador nunca sabe quién es realmente el malo aunque lo tenga siempre delante (antológica es la escena del análisis de sangre); he ahí otro golpe maestro que noquea a lo largo de un metraje que nunca resulta pesado, al contrario, sus dos horas pasan volando, incluso nos quedamos con ganas de más.
Me temo lo peor respecto de la precuela que se está gestando desde hace tiempo. No sé, esperemos, pero creo que va a ser casi imposible superar esta película que no ha hecho más que ganar con el tiempo. Posiblemente una de mis cinco favoritas en el género de terror.
Saludos amorfos.

1 comentario:

Groupiedej dijo...

Por fin de acuerdo en algo de Carpenter!

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!